Homilía: Comienza la Cuaresma

Las privaciones fortalecen el espíritu

El Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, señaló que con una oración, una reflexión, compartir lo que tenemos, descubrir una fraternidad que hoy por hoy a todo el mundo le hace falta, empezamos a vivir la Cuaresma.

Dijo que “La Cuaresma nos lleva a la Pascua, es decir, a un tiempo de vida, un tiempo de alegría. Por lo tanto la Cuaresma es un tiempo en el que Dios, que siempre nos perdona porque nos ama infinitamente, nos quiere volver a dar esa oportunidad de poder lograr esa alegría de la Pascua en tu vida”.

Explicó que “Las privaciones que vamos haciendo para fortalecer nuestro espíritu y conquistar algo más, nos pueden ayudar a tener esa alegría de haber conquistado metas, de haber logrado nuevos sueños o avanzado en el camino de mejorar como personas, como cristianos, como personas relacionables, personas en una sociedad”.

Agregó que “Yo les invito a vivir la Cuaresma con ese espíritu de encontrarse con Dios, dejar que Dios te abrace, que Dios te fortalezca, que Dios te anime o te reanime, dejar que Dios te ayude en tantas cosas nuevas que tú puedes lograr, porque estamos llamados siempre a lograr nuevas metas y estamos viviendo el Año Jubilar, cuyo lema es peregrinos de esperanza.

Los jubileos nos llenan de esperanza

Cavazos Arizpe explicó que “Cada 25 años en la Iglesia celebramos un Jubileo recordando la redención de Cristo y los jubileos nos llenan de esperanza. Por una parte, sí, cumpliendo los requisitos que son confesarse, comulgar, orar por el Papa, pues eso nos ayuda a ganar indulgencia por nuestros pecados, las manchas que dejan nuestros pecados; pero también para ayudar a aquellas almas del purgatorio que puedan ser perdonadas por Dios para tener la alegría de compartir cara a cara el amor y la vida más hermosa”.

Señaló que “La indulgencia nos ayuda en eso, pero también el Papa ha querido llamar a este Año Jubilar Peregrinos de Esperanza, porque estamos llamados a peregrinar junto con los demás, lado a lado de los demás para lograr buenas metas; estamos llamados a tener esperanza porque la esperanza siempre es un incentivo en el espíritu de todo ser humano y la esperanza fundada en Cristo, que venció a la muerte y que reina entre nosotros, no tiene fin, nos lanza a conquistar personalmente, familiarmente nuevas metas”.

Descubramos el sentido de los 40 días

Monseñor Arizpe dijo que “Hemos iniciado, como bien sabemos, la Cuaresma. Esta experiencia nos manifiesta una experiencia de fe que se ha tenido desde el Antiguo Testamento, cuando vemos incluso a Noé en aquellos días de inundación del mundo, cuando vemos también el desierto, los años que cruza el pueblo de Israel hacia la tierra prometida, cuando vemos ya en el Nuevo Testamento al Señor Jesús, que hace también 40 días y 40 noches de ayuno, de abstinencia, de oración”.

Descubrimos, dijo el Arzobispo potosino, el sentido de estos 40 días previos a la Pascua y así somos invitados a vivir una experiencia distinta, una experiencia que nos ayude a fortalecer nuevas cosas en nuestra persona, en nuestra fe, en nuestra vida”.

Consideró que “Siempre tenemos oportunidad de algo mejor, de algo nuevo y ahí encontramos como un espacio privilegiado la Cuaresma, que la ceniza, la imposición de ceniza, que es como el momento inicial, quiere reflejar precisamente que hay cosas que no nos han ido muy bien, hay cosas que no nos van bien y hemos dejado a Dios lo más hermoso e importante en nuestra vida, hay cosas que nos han alejado del prójimo, que nos han hecho una vida a veces sosa, incluso acostumbrados, y hay quien a veces hasta mucho mal”.

Dialogar con Dios es dialogar contigo mismo

Jorge Alberto Cavazos señaló que “Por eso la Cuaresma, con esa purificación y esa expresión de penitencia nos ayuda a renovarnos, así como en otros campos de la vida somos llamados a renovarnos, así también la Cuaresma nos llama a renovarnos espiritualmente. ¿Por qué renovarnos? Porque nuestra experiencia de Dios, que debe ser diaria y muy bonita, debe siempre influir en el diario actuar de nuestra vida, en las metas y en los sueños. No podemos solamente estar escuchando lo que todos los demás nos dicen, gracias a Dios hay muchas informaciones, muchas páginas, etcétera, pero se nos puede olvidar Dios y no solamente para algo rápido, para un favor determinado”.

Dijo también que “Dialogar con Dios es dialogar contigo mismo, con lo más profundo de tu ser, dialogar con Dios es dialogar con el amor mismo, dialogar y encontrarse con Dios es tener la inspiración, la motivación más fuerte de tu vida. Tener a Dios es lo más hermoso que a todo ser humano nos puede pasar. San Agustín, en el Siglo IV de la iglesia nos decía, ‘Nos hiciste, Señor, para ti y nuestro corazón estará inquieto hasta descansar en ti”.

Qué importante es fortalecer nuestro espíritu

Monseñor Arizpe dijo que “Les invito a que esta Cuaresma sea su oportunidad con las diversas experiencias. Sería muy triste limitar la Cuaresma solamente a no comer carne o las abstinencias o algún otro rito”.

Agregó “Qué importante es descubrir que esas son las oportunidades para fortalecer nuestro espíritu, para estar mejor con Dios, con uno mismo y compartir. Dios nos ha dado el ejemplo en Jesucristo, el Señor, cómo ha venido a compartir, a fortalecer la vida de cada persona, restaurar la vida de cada persona. Por eso somos invitados a restaurar nuestra vida con una visión más profunda de esos momentos”.