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Dueña de perro que mató un ocelote enfrenta multa de hasta 50 mil dólares

Excélsior | 06/03/2025 | 23:23

El tema de la mujer que presumió que su perro mató a un ocelote, sigue en pie. 
 
Identidad de la mujer involucrada
La persona señalada en el caso fue identificada en redes sociales como Rosalinda Medina, presuntamente residente de San Antonio, Texas. Su nombre se hizo público a partir de la propia publicación que realizó en Facebook, donde presumió que su perro había matado a un felino silvestre. En un principio se generó confusión sobre la jurisdicción del incidente, es decir, si ocurrió en Estados Unidos o en México. Hasta el momento, no se han divulgado más datos personales de la mujer más allá de su nombre y ubicación general, ya que las autoridades han limitado la información a lo esencial para la investigación.
 
 
Detalles del suceso y reacción en redes sociales
El incidente salió a la luz el 26 de febrero de 2025, cuando Rosalinda Medina publicó en Facebook fotografías de su perro junto al cuerpo sin vida de un felino. En la publicación, escribió de forma frívola: “Este gatito se metió a la casa equivocada, no contaba con que a mi perrito no le gusta que nadie entre”, celebrando implícitamente que su mascota había atacado y matado al animal.
 
Las imágenes mostraban a Medina y a su pareja posando con el perro y el felino muerto, al cual le habían atado una soga al cuello. Posteriormente, en los comentarios de la publicación, explicó que ella no estaba en casa durante el ataque y que, al llegar, encontró que su perro, aparentemente un Dogo Argentino, ya había matado al felino al defender la propiedad.
 
 
La reacción en redes sociales fue inmediata y de indignación. Usuarios de diversas plataformas criticaron fuertemente la actitud de la mujer al posar sonriente con el animal muerto y celebrar el hecho. Muchos la acusaron de insensibilidad, especialmente porque podría tratarse de un ocelote, una especie protegida. Los comentarios negativos se multiplicaron, calificando la publicación de “despreciable” y “cruel”, y exigieron acciones legales.
 
Incluso en respuestas a los comentarios, Medina intentó justificar lo ocurrido, argumentando que un perro debe defender su hogar de intrusos, lo que avivó más la polémica. En resumen, la difusión de las fotos y sus declaraciones desataron una ola de indignación viral, con miles de compartidos y mensajes condenatorios pidiendo la intervención de las autoridades.
 
Reacción de las autoridades y organizaciones de protección animal
La presión pública llevó a que las autoridades ambientales intervinieran. En México, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) anunció la apertura de una investigación para esclarecer los hechos, pues en la publicación se afirmaba que el animal muerto era un ocelote (Leopardus pardalis), especie en peligro de extinción.
 
La abogada y activista animal Mely Ramos fue clave en la difusión de la denuncia, solicitando ayuda para identificar a la responsable y etiquetando a las autoridades ambientales. En respuesta, Profepa emitió un comunicado en el que solicitó colaboración ciudadana para ubicar a Medina y a su pareja. Además, recordó que cualquier persona puede denunciar estos hechos de manera anónima y que se aplicarían sanciones conforme a la ley.
Inicialmente, hubo dudas sobre la jurisdicción del caso. Algunos reportes indicaban que la mujer podría vivir en Monclova, Coahuila, mientras que otros apuntaban a San Antonio, Texas, según la información en su perfil. Esta incertidumbre motivó el interés de autoridades de ambos países. Hasta finales de febrero, Profepa seguía recabando información para confirmar la identidad y ubicación exacta de la mujer.
 
En Texas, organismos de protección de vida silvestre como el Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas (TPWD) y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS) estaban al tanto del caso, aunque hasta el momento no habían emitido comunicados oficiales.
 
Organizaciones conservacionistas y protectoras de animales condenaron lo ocurrido. Grupos dedicados a la conservación del ocelote en Texas enfatizaron la importancia de proteger a esta especie y expresaron preocupación por la posibilidad de que uno hubiera sido muerto de forma violenta.
 
Posibles consecuencias legales en Estados Unidos
Si el hecho ocurrió en Texas y el felino muerto es efectivamente un ocelote, las consecuencias legales podrían ser severas. En ese estado, el ocelote es una especie en peligro de extinción, por lo que está prohibido cazarlo, herirlo o matarlo.
 
La violación de estas leyes puede derivar en delitos menores con multas y penas de cárcel, además de la suspensión de licencias de caza. Texas también impone un “valor de restitución” para cada ejemplar de fauna protegida muerto ilegalmente, que en el caso del ocelote puede rondar los 3 mil dólares.
 
A nivel federal, la Ley de Especies en Peligro de Extinción de Estados Unidos prohíbe estrictamente la caza, captura o muerte de estos animales, ya sea de manera intencional o por negligencia. Las sanciones pueden incluir multas de hasta 50 mil dólares y hasta un año de cárcel por cada incidente comprobado, además de sanciones civiles adicionales.
 
 
En este caso, Medina describió la situación como un animal que entró en su casa, no como un ataque directo a una persona, por lo que la justificación de defensa propia sería difícil de aplicar. Además, haber presumido el hecho públicamente podría ser usado en su contra, ya que evidenciaría falta de arrepentimiento.
 
Si el felino no fuera un ocelote sino un gato montés (Lynx rufus o bobcat en inglés), la situación legal cambiaría. En Texas, los gatos monteses no están protegidos y su caza es legal en ciertas condiciones. En ese caso, Medina no habría infringido leyes de vida silvestre, aunque sí enfrentaría críticas éticas y sociales.
 
Estado de conservación del ocelote y gravedad de la situación
El ocelote es una especie en grave riesgo tanto en México como en Estados Unidos. En territorio mexicano, está catalogado como en peligro de extinción según la Norma Oficial NOM-059-SEMARNAT-2010. Sus principales amenazas son la caza furtiva y la destrucción de su hábitat.
 
En Estados Unidos, la población de ocelotes es aún más reducida. Actualmente, se estima que menos de 100 individuos sobreviven en estado silvestre en Texas, con concentraciones en los condados de Cameron y Willacy, cerca de la frontera con México.
 
Cada pérdida de un ocelote es un golpe significativo para la conservación de la especie. Con una población tan reducida, la muerte de un solo ejemplar —especialmente si es una hembra en edad reproductiva— afecta la viabilidad genética y la recuperación de la especie en la región.
 
Últimas actualizaciones del caso
La investigación sigue en curso.
 
Las autoridades mexicanas han señalado que, si se comprueba que el hecho ocurrió en México, se aplicará la Ley General de Vida Silvestre, que contempla multas de hasta cinco millones de pesos y penas de hasta nueve años de prisión por matar fauna protegida.
 
Si se confirma que el incidente ocurrió en Texas, se espera que las autoridades estadunidenses tomen el caso y evalúen posibles cargos.
 
Un punto clave pendiente es la confirmación de la especie del felino muerto. Hasta el momento, no se ha recuperado el cadáver del animal, por lo que expertos no han podido examinarlo directamente. La falta de un dictamen oficial complica la verificación definitiva, aunque las imágenes difundidas sugieren que podría tratarse de un ocelote.
 
El caso sigue en desarrollo y en las próximas semanas se determinarán las acciones legales que correspondan en México o Estados Unidos.