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Trump presiona a armadoras en México: busca que trasladen producción a EU

El Universal | 06/03/2025 | 07:23

Washington.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una exención temporal de un mes a los nuevos aranceles impuestos a las importaciones automotrices provenientes de México y Canadá, con el objetivo de incentivar a las empresas estadounidenses a trasladar su producción a territorio estadounidense.

La decisión se tomó luego de que Trump mantuviera conversaciones con los líderes de las tres grandes armadoras de automóviles: Ford, General Motors y Stellantis. Según la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, la medida busca evitar que los fabricantes estadounidenses enfrenten desventajas económicas mientras se ajustan a las nuevas políticas comerciales.

“Les daremos una exención de un mes para los vehículos que ingresen bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC),” explicó Leavitt. Sin embargo, advirtió que la administración de Trump espera que las automotrices comiencen a mover su producción a Estados Unidos de inmediato.

Presión sobre las armadoras

Actualmente, Ford, General Motors y Stellantis emplean a aproximadamente 55 mil trabajadores en México, distribuidos en 15 fábricas. De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), en 2024 General Motors fabricó 889 mil vehículos en México, mientras que Stellantis y Ford produjeron 419 mil y 387 mil unidades, respectivamente.

Trump ha insistido en que las empresas deben actuar con rapidez para trasladar su producción. “El presidente fue muy claro: les dijo que debían ponerse en marcha, invertir y moverse a Estados Unidos, donde no pagarán aranceles,” señaló Leavitt.

Por su parte, el secretario de Comercio, Howard Lutnik, reiteró que los aranceles del 25 por ciento sobre las importaciones automotrices provenientes de México y Canadá seguirán en pie. Subrayó que la administración de Trump espera que ambos países refuercen sus esfuerzos para frenar la migración y el tráfico de fentanilo.

Impacto en la industria y reacciones

La incertidumbre generada por los aranceles ha provocado reacciones tanto en Estados Unidos como en Canadá. La automotriz Ford advirtió que en unos diez días podría comenzar el cierre de líneas de ensamblaje en Estados Unidos y Canadá debido al encarecimiento de costos, lo que podría traducirse en pérdida de empleos.

Mientras tanto, Canadá respondió con firmeza a las medidas de Trump. El primer ministro de Ontario, Doug Ford, aseguró que su país no cederá ante la presión de la Casa Blanca y mantendrá su postura de exigir la eliminación total de los aranceles. “No daremos marcha atrás. Cero aranceles y eso es todo”, declaró tras una conversación con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Las acciones de los fabricantes de automóviles en Estados Unidos, Asia y Europa registraron un aumento de hasta 6 por ciento tras el anuncio de la exención temporal. Sin embargo, el sector continúa a la expectativa, ya que la pausa en los aranceles no elimina la posibilidad de ajustes más estrictos a partir del 2 de abril.

Otras industrias buscan exenciones

El impacto de los aranceles se extiende más allá del sector automotriz. La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, informó que Trump está considerando eximir a ciertos productos agrícolas de las tarifas impuestas. Entre los rubros que podrían beneficiarse se encuentran la potasa y los fertilizantes, aunque las decisiones aún no han sido confirmadas.

“Sabemos que los precios están subiendo para los estadounidenses,” reconoció Rollins, aludiendo a los incrementos en productos básicos como el huevo. Añadió que la administración Trump evalúa posibles alivios para sectores estratégicos.

En paralelo, otras industrias han comenzado a solicitar exenciones a los aranceles, según reveló el vicepresidente JD Vance. “Varias industrias se han acercado a nosotros en busca de alivios,” comentó.

A pesar de la incertidumbre, Ford y General Motors expresaron su respaldo a la administración Trump. GM agradeció la medida y señaló que permite a los fabricantes estadounidenses competir e invertir en el país. Sin embargo, el sector automotriz sigue en alerta ante los próximos cambios en la política comercial del gobierno de Trump.