Miércoles 5 de Marzo de 2025 | Aguascalientes.
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Prevenir la infertilidad en los hombres: la importancia del estilo de vida

PortalClinic | 05/03/2025 | 11:59

Más de una de cada diez parejas presentan infertilidad. En la mitad de ellas, son los hombres los que tienen este problema. La infertilidad masculina se puede prevenir e incluso revertir con cambios en el estilo de vida. 
 
La infertilidad masculina es un problema creciente que afecta a una proporción significativa de parejas en todo el mundo.  Alrededor del 15% de las parejas en edad reproductiva no podrán tener descendencia de forma natural, y deberán recurrir a técnicas de reproducción asistida.  La infertilidad por parte del hombre ocurre hasta en el 50% de estas parejas, por lo que el papel del varón es trascendental.  
 
La causa más frecuente de infertilidad masculina es la presencia de alteraciones anatómicas en el escroto. Entre ellas, la más frecuente es el varicocele, que entre otros mecanismos, actúa provocando un aumento de temperatura en la zona testicular.  
 
El varicocele está presente en un 30-35% de los varones con problemas de fertilidad. Su diagnóstico es muy importante porque se trata de una alteración reversible. La reparación microquirúrgica del varicocele puede mejorar el daño producido en la calidad seminal.  
 
Hábitos que impactan en la fertilidad masculina 
 
A pesar de que existen múltiples causas conocidas de infertilidad por factor masculino, el estilo de vida juega un papel crucial en la salud reproductiva de los hombres. Los principales factores que se pueden controlar son la alimentación y la actividad física. 
 
Alimentación
 
Los hábitos de alimentación tienen un impacto directo en calidad del semen. Una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales es fundamental tanto para la salud general como para la fertilidad masculina.  
 
El consumo de alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, puede reducir los niveles de radicales libres en el líquido seminal y a su vez disminuir el estrés oxidativo en el cuerpo. Estas moléculas tienen un efecto directo sobre la producción de esperma y la calidad del espermatozoide.  
 
Los ácidos grasos polinsaturados (grasas saludables), presentes en alimentos como el pescado azul, aguacates, nueces y aceite de oliva, son esenciales para la producción hormonal. Por otra parte, una dieta rica en azúcares refinados y carbohidratos procesados puede afectar negativamente la sensibilidad a la insulina y el equilibrio hormonal, impactando la producción de testosterona. Esta hormona es imprescindible para generar nuevos espermatozoides. 
 
Actividad física 
 
Evitar el sedentarismo y practicar ejercicio físico moderado de forma regular puede también mejorar la calidad seminal y los niveles de testosterona.   
 
Niveles de estrés  
 
Otro de los aspectos importantes a evitar es la presencia de unos niveles de estrés altos mantenidos en el tiempo. Esto puede alterar la producción de espermatozoides y el equilibrio de las hormonas masculinas. 
 
A su vez, los niveles de estrés alto se asocian con frecuencia a consumo de alcohol y tabaco, comportamientos poco saludables que también tienen repercusión directa en la calidad seminal. 
 
Consumo de tóxicos 
 
El alcohol y el tabaco son dos de los factores del estilo de vida más dañinos para la calidad espermática. Por un lado, dañan el ADN (contenido genético) del espermatozoide y la producción de esperma y, por otro lado, también producen alteraciones hormónales. Por eso se recomienda dejar de fumar y reducir los niveles de ingesta de alcohol en aquellas parejas con deseo de tener hijos.  
 
Disruptores endocrinos 
 
La exposición a sustancias químicas del ambiente como, por ejemplo, pesticidas o productos químicos industriales pueden bloquear los receptores hormonales de las células, de forma que impiden que las hormonas desarrollen su acción normal. 
 
Estos disruptores endocrinos están presentes en multitud de sustancias a las que nos exponemos en nuestro día a día: ambientadores, electrodomésticos, envases de productos, especialmente de plástico, insecticidas o pesticidas, materiales de construcción o de uso industrial, pinturas y tintes, productos de belleza o de higiene personal, e incluso productos de limpieza. Estas sustancias pueden dañar el ADN espermático y por tanto alterar su calidad. 
 
Por todos estos motivos, es muy importante disminuir o evitar la exposición a estos contaminantes dentro de lo posible y adoptar hábitos de vida saludables, abandono del tabaco y el alcohol, junto a una dieta equilibrada de cara a para proteger y mejorar la salud reproductiva del varón.