San Luis Potosí, SLP.- El próximo 8 de marzo, las calles de San Luis Potosí serán testigos de un grito colectivo de lucha, resistencia y exigencia. Mujeres de distintas edades, orígenes y realidades se unirán en la marcha del Día Internacional de la Mujer, una movilización que no es celebración, sino una manifestación de justicia.
Este 2025, la marcha en la capital potosina tendrá un cambio significativo: por primera vez, la movilización partirá desde la Alameda Juan Sarabia y no desde la Glorieta de Tlaxcala, como en años anteriores. La nueva ruta representa un replanteamiento del espacio público, reafirmando que la lucha de las mujeres no se limita a un solo punto, sino que se extiende a cada rincón donde persisten la violencia y la desigualdad.
El 8M no es un día de felicitaciones ni de flores. Es un día de memoria y de protesta. Las mujeres en México marchan porque en el país se registran en promedio 14 feminicidios al día, porque cada 4 minutos una mujer es víctima de violencia sexual, porque el acoso es una constante en las calles y en los espacios laborales, porque el techo de cristal sigue limitando su crecimiento profesional y porque la violencia política de género sigue silenciando sus voces en los espacios de poder.
Marchamos porque el patriarcado—un sistema de dominación que oprime a las mujeres y privilegia a los hombres—sigue vigente en cada rincón de la sociedad. Marchamos porque mientras una sola mujer siga siendo violentada, ninguna será libre.
En este contexto de lucha, la sororidad es clave: es el apoyo entre mujeres basado en la solidaridad y la empatía, entendiendo que todas enfrentamos de distintas formas las consecuencias de un sistema que nos oprime. Sin embargo, en cada 8M surgen voces que, en lugar de unir, buscan dividir, fiscalizando quién puede o no puede marchar, quién es lo suficientemente feminista y quién no.
Pero el 8M no es el día de la perfección femenina ni de la pureza ideológica. Es el día en el que todas, con nuestras contradicciones, errores y aprendizajes, salimos juntas a exigir justicia. No se trata de apuntar con el dedo a otras mujeres.
En ese sentido la movilización en San Luis Potosí saldrá de la Alameda Juan Sarabia y recorrerá:
• La Av. Universidad
• Damián Carmona
• La Av. Carranza
• Hasta llegar a la Plaza de Armas, frente al Palacio de Gobierno.
El contingente estará conformado por distintos bloques, desde colectivas feministas hasta familiares de víctimas de feminicidio y desaparición. Se han organizado contingentes para quienes prefieren una marcha en silencio, así como aquellos donde se realizarán intervenciones artísticas y consignas en voz alta.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) ha anunciado un operativo especial para la marcha, en el que únicamente participarán mujeres policías. Su función será acompañar la movilización y evitar que personas ajenas al movimiento infiltren la marcha para generar violencia o desvirtuar su propósito.
Se ha asegurado que no se busca disuadir ni reprimir a las manifestantes, sino proteger su derecho a la protesta y garantizar que puedan expresarse libremente.
El feminismo no es lo opuesto al machismo. Mientras el feminismo lucha por la equidad de género y la eliminación de las violencias contra las mujeres, el machismo es la ideología que justifica y perpetúa la opresión femenina.
Marchar el 8M es un acto de resistencia contra el machismo estructural, es un reclamo por las vidas arrebatadas, por los derechos aún negados y por las oportunidades que siguen siendo privilegios de unos cuantos.
Las mujeres que hoy marchan lo hacen gracias a las que lo hicieron antes, a las que resistieron cuando el mundo entero les decía que callaran. Hoy, esa resistencia continúa.
Así que nadie tiene el derecho de decirte que no puedes marchar. La calle, la lucha y la libertad son para todas. Porque si una no es libre, ninguna lo es.
.gif)
