La Presidenta Claudia Sheinbaum reconoció que el programa Salud Casa por Casa va retrasado, pues su implementación debía iniciar en febrero y el censo que se requiere para arrancarlo apenas va a la mitad.
Antes de poner en marcha el programa, es decir, que poco más de 21 mil médicos y enfermeras acudan a casas de adultos mayores y personas con discapacidad para ofrecerles atención médica, el Gobierno requiere de un censo.
Según el Gobierno, desde octubre pasado, 20 mil servidores de la nación iniciaron las visitas a domicilio para derechohabientes de pensiones para adultos mayores y personas con discapacidad, con el propósito de llenar un cuestionario y conocer su estado de salud.
La Presidenta Claudia Sheinbaum admitió que el censo va a la mitad.
"(Los servidores de la nación) a veces tardan hasta una hora en el levantamiento del cuestionario por eso vamos como a la mitad porque normalmente visitan 10, 15 casas, hasta 20 veces en un día, pero ahora visitan menos porque hacen un cuestionario muy profundo", justificó.
Ante el rezago del programa, el Secretario de Salud David Kersenobich volvió a presentar hoy el propósito y los alcances que tendrá el programa.
Sin embargo, no proporcionó información de cómo va el censo ni de la contratación del personal de salud para el programa.
Tampoco se habló de la Cartilla de Salud que se entregará a los beneficiarios para tener control de las visitas del personal de enfermería, tratamiento e historial clínico.
Durante la conferencia en Palacio Nacional, Kersenobich advirtió que el 50 por ciento de los adultos mayores en México tiene hipertensión y un 33 por ciento padece diabetes, por lo que el objetivo principal del programa es disminuir la carga de esas enfermedades.