En una movida que sacudió los cimientos de la organización, la presidenta de los Globos de Oro, Helen Hoehne, anunció el viernes pasado a través de una reunión virtual, que los miembros votantes de la prestigiosa premiación dejarán de percibir salarios, informó The Hollywood Reporter.
Esta decisión fue tomada para marcar el fin de una práctica controvertida que había generado debates y cuestionamientos sobre la imparcialidad del proceso de votación.
Hoehne se dirigió a un grupo de aproximadamente 50 votantes, quienes habían formado parte de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) y posteriormente firmaron contratos con los nuevos propietarios corporativos en junio de 2023.
Dichos contratos estipulaban un salario base de 75 mil dólares (más de millón y medio de pesos) anuales durante un período de cinco años.
Sin embargo, la presidenta comunicó a los miembros que se les ofrecería una compensación única de 102 mil dólares (poco más de dos millones de pesos), como parte de la transición hacia la eliminación gradual de los pagos a los votantes.
A pesar de esta compensación, se les brindó la opción de continuar como votantes de los Globos de Oro para la próxima transmisión en enero de 2026, aunque sin recibir remuneración alguna por su participación futura.
Un portavoz de los Globos de Oro explicó que este cambio de política responde al reconocimiento de que los pagos a los miembros podrían generar una percepción de parcialidad en las votaciones.
Asimismo, aseguró que la organización está cumpliendo plenamente con sus obligaciones contractuales al ofrecer la indemnización correspondiente.
Es importante destacar que estos 50 votantes remunerados representan solo una fracción del cuerpo de votantes de los Globos, que actualmente cuenta con 300 miembros provenientes de 85 países.
La decisión de eliminar los salarios de los votantes alinea a los Globos de Oro con otras importantes premiaciones de Hollywood, como los Oscar, los Emmy y los Grammy, donde la participación de los votantes se considera un honor en sí mismo.
Este cambio es el último movimiento de Penske Media Eldridge, la empresa propietaria de los Globos de Oro, una empresa conjunta creada por los magnates Todd Boehly y Jay Penske.
Esta firma forma parte de PMC, un conglomerado de medios de comunicación que incluye publicaciones influyentes como The Hollywood Reporter, Rolling Stone, Variety y Billboard, que tradicionalmente cubren los principales eventos de premios de la industria.
La productora de larga data de la transmisión de los Globos, Dick Clark Productions, también forma parte de PMC, y Eldridge Industries, de Boehly, tiene una participación financiera en Cain International, que a su vez tiene una participación en el hotel Beverly Hilton, sede habitual de los Globos.
Boehly había concretado la adquisición de los Globos de Oro a la HFPA un año después de que la premiación se viera envuelta en una polémica tras las denuncias de mala gestión y conducta poco ética por parte del organismo de votación, detalladas en un artículo del diario Los Angeles Times en febrero de 2021.