Pbro. Lic. Salvador González Vásquez | 02/03/2025 | 03:29
Para vivir, se necesita convivir; y con la ayuda del otro, poder mirar, lo que no alcanzamos a ver por nosotros mismos.
Todos necesitamos un guía, alguien que vea, lo que nosotros no alcanzamos a mirar.
Hay personas, que ya vivieron, o conocen el camino, que nosotros estamos por andar.
Un guía, nos puede advertir, lo que hay que evitar, y que necesitamos hacer.
Aunque, siempre corremos el riesgo, de consultar a la persona equivocada.
Hoy, vivimos atrapados, entre seguidores e “influencers”.
Pero, es necesario abrir los ojos, para ver bien al que estamos siguiendo, o de quién nos estamos dejando influenciar.
Porque, no todas las propuestas son para bien.
Existen multitud de guías, pero no a todos les interesa el bien de sus seguidores; tal vez, solo quieren influir en nosotros, para tener aprobación.
Dice el Señor: “¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo?”. (Lc.6).
Él que guía, necesita abrir los ojos; porque estando ciego, puede arruinar a todos sus seguidores.
Lo dice el Señor: el pastor conoce a sus ovejas, y ellas lo siguen.
No sigamos a cualquier pastor; no hay que casarnos con cualquier propuesta.
Hay que atender al llamado del corazón, para detectar, si la propuesta es para bien.
Busquemos a Dios, para encontrar al Buen Pastor; al mejor de todos los “influencers”.
Cristo, es el único ser, que ha estado dispuesto, a dar la vida por nosotros.
Pbro. Lic. Salvador Glez. Vásquez.