Lunes 3 de Marzo de 2025 | Aguascalientes.
internacionales

IA, la nueva carrera espacial

Agencia Reforma | 28/02/2025 | 11:58

En la década de los 60, el mundo fue testigo de una competencia feroz entre dos superpotencias. Estados Unidos y la Unión Soviética no solo disputaban la superioridad política e ideológica, sino también la conquista del espacio.
 
 Esta competencia, conocida como la carrera espacial, desembocó en el alunizaje de 1969, un hito histórico que, paradójicamente, no llevó a la colonización del espacio como se preveía.
 
 Hoy, una nueva carrera ha comenzado, pero esta vez no se trata de la exploración del espacio, sino de la Inteligencia Artificial (IA). La nación o alianza que domine esta tecnología no solo influirá en los avances científicos, sino que tendrá el control sobre economías, gobiernos subordinados, comunicaciones y hasta la percepción de la realidad.
 
 La competencia por la supremacía en la IA está liderada por Estados Unidos y China, cada uno con su propia estrategia.
 
 China apuesta por un desarrollo agresivo con una inversión multimillonaria en investigación y aplicación de la IA en vigilancia, manufactura y defensa. Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, tiene una postura que prioriza la desregulación y el liderazgo de sus tecnológicas.
 
 Empresas como OpenAI, Google, Amazon y Microsoft han recibido incentivos para acelerar su investigación y despliegue de IA con el claro objetivo de ganar la carrera.
 
 El impacto para el ciudadano común es inminente. Si en la carrera espacial el sueño de la exploración intergaláctica se tradujo en avances como los satélites de comunicación, el GPS y la miniaturización de componentes, en la carrera de la IA los efectos serán más tangibles y disruptivos.
 
 Desde la automatización del trabajo hasta el consumo masivo de información filtrada por algoritmos, la IA será el factor determinante de cómo interactuamos con el mundo.
 
 Uno de los riesgos más evidentes de esta competencia es la concentración del poder informativo en manos de un puñado de mega empresas alineadas con las políticas de sus respectivos gobiernos.
 
 En la década de los 60, la información sobre la carrera espacial era controlada por agencias como la NASA y la propaganda soviética. Hoy, en la era digital, la IA es la nueva herramienta de dominación.
 
 Plataformas como Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp), X (antes Twitter) y Google determinarán qué información recibe la población, cómo se filtra y cómo se moldea la percepción de la realidad.
 
 El peligro radica en que la IA no solo procesa información, sino que la genera. Con la proliferación de 'deepfakes', noticias falsas y contenidos creados artificialmente, se abre una nueva era de manipulación masiva.
 
 Si en la carrera espacial la desinformación era un arma de propaganda entre dos superpotencias, hoy la IA puede transformar la opinión pública con un nivel de sofisticación sin que la población tenga claro qué es real y qué es una simulación.
 
 A pesar del frenesí de la carrera espacial, la exploración humana fuera de la Tierra quedó en pausa por décadas tras la llegada a la Luna. La pregunta clave es: ¿ocurrirá lo mismo con la IA? ¿Llegaremos a un punto de desarrollo tan avanzado que su evolución se ralentizará de manera intencional y quedará en manos de unos pocos?
 
 La diferencia con la carrera espacial es que la IA no es un destino, sino un medio. Mientras que la exploración lunar tenía un objetivo concreto (llegar a la Luna), la IA es una tecnología en constante evolución, con aplicaciones ilimitadas.
 
 Sin embargo, existe el riesgo de que, al igual que con la exploración espacial, el desarrollo de la IA quede monopolizado por unas pocas naciones y corporaciones, dejando fuera a países que no tengan los recursos para competir.
 
 El mundo enfrenta un dilema similar al de la carrera espacial: cooperar o competir. Mientras la Unión Europea apuesta por una IA regulada y ética, China y EU aceleran su desarrollo con la intención de dominar el futuro.