Por alrededor de dos horas, el Pleno de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) discutió la ratificación de los inéditos modelos de conteo de votos, una única urna y casillas seccionales previamente aprobadas por el Consejo General del INE, para la próxima elección judicial.
Pese a los diferentes alegatos de dos magistraturas que se posicionaron en contra del fondo de la resolución elaborada por el Magistrado Felipe Fuentes de la Barrera, la mayoría avaló desechar la impugnación.
Aunque los Magistrados Janine Otálora Malasis y Reyes Rodríguez Mondragón señalaron que negar que la ciudadanía lleve a cabo el conteo de votos en los comicios judiciales implica un retroceso en la calidad de la democracia, la Presidenta, Mónica Soto, les recriminó su "visión catastrófica".
Así, se confirmó que el primero de junio, los votos se contarán en las juntas distritales y no en las mesas directivas de casillas; todas las boletas de los diferentes cargos de elección se depositarán en una sola urna; las casillas serán seccionales, lo que implica reducir su instalación a 83 mil 997; las boletas sobrantes no se destruirán y los candidatos no contarán con representantes en casillas y consejos distritales.
Bajo ese contexto, Otálora y Rodríguez avalaron que la variación de los modelos se diera a raíz de la reducción del presupuesto asignado al INE. Sin embargo, apuntaron que lo novedoso del proceso electoral no hace referencia a la participación ciudadana, sino a la renovación del Poder Judicial.
"Esta elección es inédita porque se va a renovar el Poder Judicial, pero no es inédita porque nunca habíamos tenido procesos electorales, con participación ciudadana, con voto popular y directo y con una experiencia de varias décadas organizando elecciones", subrayó Rodríguez Mondragón.
La Magistrada Janine Otálora señaló que el conteo en casilla surgió para dar certeza al final de la jornada electoral.
"Un gran avance de la democracia mexicana reposa justamente en la ciudadanizacion de los procesos electorales. Es decir, el hecho de que las ciudadanas y los ciudadanos como funcionarios de casilla sean quienes efectúen el escrutinio y cómputo de los votos a efecto de que a final de la jornada electoral se tenga información acerca de cuál fue el resultado de la votación y un tema de, justamente, certeza".
"El hecho de validar un modelo de escrutinio y cómputo de votos en el que no participe una ciudadanía, es decir, no participan los funcionarios de casilla, en mi opinión, implica un retroceso en justamente la calidad de nuestra democracia", expuso Otálora.
Recordó que la justicia electoral nació en México para llevar a cabo un correcto conteo de votos, puesto que en su momento existían acusaciones en torno a la manipulación de los sufragios por parte del partido hegemónico.
También destacó que una sentencia definitiva podría sentar un precedente para que en otra elección futura se elimine el cómputo en casillas y la no nulidad de las boletas sobrantes.
Rodríguez Mondragón apuntó que en un escenario hipotético, y teniendo en cuenta que no se va a llevar a cabo el conteo de casillas, si se cometieran faltas con las boletas sobrantes, aumentaría la probabilidad de vulnerar los resultados.
Frente a ello, Mónica Soto defendió lo avalado por el INE y pidió no llevar a la Sala Superior el "fantasma del fraude", ni tampoco la "visión catastrófica".
Pese a que la discusión no versaba en torno a la reforma judicial, pidió a los Magistrados hacer valer la Constitución y resaltó que este cambio ya es ley vigente.
"No podemos estar en la añoranza del pasado, no somos ni oposición, ni somos Gobierno, somos impartidores de justicia de última instancia. No coincido con que especulemos en que va a ser terrible lo que viene, no coincido en que traigamos aquí el fantasma del fraude que no ha sido olvidado y esta visión catastrófica no le corresponde al Tribunal Electoral", señaló.
Entre deslindes de alusiones personales, el registro de votos transcurrió en menos de un minuto, donde quedó asentado que los Magistrados Otálora y Rodríguez no acompañaron el proyecto de Fuentes, pero aún así se avaló por Mayoría.