Una nueva legislación en Italia amenaza la permanencia de 50 cines en Roma, que podrían ser transformados en centros comerciales y hoteles. La medida generó una respuesta inmediata de la comunidad cinematográfica internacional. Figuras como Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, Jane Campion y Wes Anderson firmaron un llamamiento para evitar la desaparición de estos espacios culturales.
El mes pasado, surgió una preocupación por el destino de los cines en la Ciudad Eterna. Esto ocurrió cuando Colliers Global Investors y Wrm Capital, dos empresas de gestión de activos, se adjudicaron una subasta inmobiliaria en Roma, con la que adquirieron nueve salas de cine por una suma que se estima en 52 millones de dólares. Entre estos establecimientos se encuentra el Cinema Adriano, un complejo cinematográfico ubicado en el corazón de la ciudad que sigue operando a plena capacidad. Sin embargo, varios de los otros cines adquiridos han permanecido inactivos durante un largo período. Según Variety, se especula que el financiero ítalo-británico Raffaele Mincione es la figura clave detrás de esta inversión.
El gobierno de la región de Lazio, que alberga la capital italiana, someterá a votación la próxima semana una ley que permitiría la conversión de estos inmuebles en propiedades comerciales. El arquitecto Renzo Piano lidera una iniciativa que ha reunido el apoyo de más de 500 cineastas y figuras de la industria, quienes han expresado su rechazo a la posible pérdida de estos recintos emblemáticos. Entre los firmantes del documento se encuentran también David Cronenberg, Alfonso Cuarón, Yorgos Lanthimos, Robert Eggers, J.J. Abrams y Willem Dafoe.
Martin Scorsese ha sido una de las voces más enfáticas en contra de esta iniciativa.
"El intento de reutilizar espacios destinados al posible renacimiento cultural de la Ciudad Eterna en hoteles, centros comerciales y supermercados es totalmente inaceptable. Tal transformación representaría una pérdida irrevocable: un profundo sacrilegio no solo a la rica historia de la ciudad, sino también al legado cultural para las generaciones futuras", dijo el cineasta neoyorquino en un comunicado difundido por medios internacionales.
Scorsese también hizo un llamado a otros miembros de la industria para que se sumen para detener el proyecto.
"Hacemos un llamado a nuestros colegas de todo el mundo, directores de festivales y todos los operadores culturales para que firmen esta carta para salvar la última oportunidad de redención de una de las ciudades culturales y artísticas más importantes del mundo. Esta carta también está dirigida personalmente al Presidente Sergio Mattarella y a la Primera Ministra Giorgia Meloni para evitar cualquier conversión de los espacios culturales en Roma.
"Es nuestro deber transformar estas 'catedrales en el desierto' abandonadas en verdaderos templos de la cultura, lugares capaces de nutrir las almas de las generaciones presentes y futuras", expresó el director de Taxi Driver.
Además de la carta firmada por los cineastas, la petición también ha sido respaldada por el director del Festival de Cine de Venecia, Alberto Barbera, y por el ex futbolista Francesco Totti, quien se pronunció en contra de la votación.