Primero fue el cobro de piso y la extorsión, después una cuota por cada kilo de producción... y ahora el crimen organizado busca administrar toda la industria limonera en este Estado.
Líderes limoneros en Apatzingán, Michoacán, cerraron sus oficinas luego de las amenazas de criminales para infiltrar a sus integrantes en la administración del comercio del producto, revelaron fuentes oficiales.
Apenas este fin de semana, la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán (ACVA) informó que, aunque el tianguis limonero seguirá abierto porque tiene vigilancia de elementos estatales y federales, sus oficinas administrativas cerrarán ante constantes amenazas, sin explicar más sobre ello.
Sin embargo, una fuente ligada al comercio que se realiza cada lunes, miércoles y viernes en Apatzingán, aseguró que grupos criminales, como Los Viagra, Los Templarios y el Cártel Jalisco Nueva Generación, no sólo buscan ganancias con la compra-venta, sino estar a la cabeza de la administración del sector.
La ACVA agrupa a mil 800 productores que emplean a 12 mil jornaleros en la región de Apatzingán, Buenavista, Parácuaro, Aguililla, Tepalcatepec y Múgica.
"El crimen organizado busca apoderarse de la administración, y no sólo del limón", dijo la fuente a Grupo REFORMA.
"Es lo que persiguen, quieren imponer un modo de vida", explicó. "Llaman por todos lados, siguen amenazándolos, por eso cerraron.
"Quieren imponer a su gente", afirmó. "Quieren la imposición y tener el control ahora, dar órdenes de esto, de pedir, cobrar, de todo; de poner, de todo ese tipo de órdenes desde la cabeza".
Este cierre de oficinas ocurre una semana después de que el pasado 15 de febrero, el Gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, de Morena, inauguró alrededor del tianguis una base de Operaciones Interinstitucionales, con capacidad para albergar hasta 44 elementos de la Guardia Civil, Guardia Nacional y el Ejército.
Un agricultor de la zona dijo que la comercialización por ahora es segura ante la presencia de elementos de seguridad, sin embargo, las amenazas son porque no permiten infiltrar a criminales en la asociación de la región de Tierra Caliente.
"Sabemos", dijo la fuente, "que el tema de comercialización va a seguir, por eso lo único que cerraron es la oficina administrativa, que es la que da mantenimiento a áreas, organiza lo administrativo.
"El tema de amenazas es mayúsculo", subrayó, "es una presión grande, no es un asalto o algo similar, es un tema de mucho cuidado".
"Los Viagras" llegaron en camionetas de lujo con los logotipos de la Fuerza Rural, la corporación que fue creada y avalada por el Gobierno federal en mayo de 2014.
A su arribo sellaron el Ayuntamiento, impidieron todo tipo de trámites y se regodearon de ser los que iban a impedir los abusos contra el pueblo.
"Nos decían que eran los verdaderos autodefensas, los genuinos, los que habían sido parte medular de la Fuerza Rural, sólo los mandos andaban con uniformes, con sus radios y armas largas, pero la mayoría andaba con palos o con escopetas viejas, eso sí, en camionetas o autos de lujo; presumían ser la autoridad en el Apatzingán", narró en ese entonces un comerciante del mercado municipal.
"Los Viagras", refirieron comerciantes y líderes limoneros, intentaron desde noviembre de 2014 asentar a sus reales en Apatzingán.
"Comenzaron a decir que debían apoyar al movimiento y fueron claros: si con 'Los Templarios' los cerveceros pagaban 3 mil pesos; a ellos, a 'Los Viagras', les iban a dar mil 500, y si un comerciante del centro daba 500, entonces iba a pagar 250 ¿Por qué uno iba a pagar dinero, si ya tenían armas y uniformes del Gobierno?", reclamó un restaurantero.
En enero de 2022, productores de limón acusaron que, ante el acoso de "Los Viagra", decenas de hectáreas fueron abandonadas en cinco municipios de Michoacán, y que las extorsiones encarecieron el precio al público.
Para marzo de 2023, Hipólito Mora, ex líder de autodefensas, acusó que la banda criminal tenía sometidos a comerciantes y controlaban la venta de productos básicos en Tierra Caliente.
Cuatro meses después, Mora fue emboscado y asesinado por 25 sicarios en la localidad de La Ruana.
Conforme han pasado los años, la ola de violencia desatada por los grupos del narco ha impactado considerablemente no sólo en los productores de limón sino en la población en general.
Tan sólo en agosto pasado, luego de una serie de hechos violentos, pobladores de los municipios de Buenavista y Apatzingán se vieron forzados a desplazarse a Tancítaro, a unos 30 kilómetros por la carretera federal 16.
El pasado 20 de febrero, cortadores de limón detectaron dos minas terrestres sobre la carretera que va de Loma de los Hoyos a Cenobio Moreno, y 12 días antes, también en Buenavista, el adolescente Pablo Ríos Buenrostro, de 15 años, murió cuando un artefacto así le explotó en un plantío de este producto.