El partido populista de derecha Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo un sorprendente segundo lugar en las elecciones del domingo, con cerca del 20% de los votos, un resultado significativo en el país más grande de la Unión Europea. Sin embargo, a pesar de su ascenso, la AfD probablemente seguirá excluida del gobierno, ya que los partidos de centroderecha CDU/CSU lograron la mayor proporción de votos.
Friedrich Merz, líder de la CDU, tiene la mejor oportunidad de convertirse en el próximo canciller, aunque ha manifestado que no formará coalición con la AfD en el Bundestag alemán. La AfD, conocida por su postura antiinmigrante y pro-Rusia, recibió apoyo público de figuras internacionales, como Elon Musk y JD Vance, lo que refleja un creciente respaldo de sectores populistas.
El bloque conservador CDU/CSU, con un 28,8%, encabezó los resultados tras adoptar algunas de las políticas antiinmigrantes propuestas por la AfD. Tras el anuncio de los resultados, Alice Weidel, líder de la AfD, afirmó que el partido ahora es una “fuerza tradicional” y declaró que, si el bloque conservador no accede a formar coalición, la AfD será el partido más grande en futuras elecciones.
Por su parte, Merz ha centrado sus esfuerzos en desplazar a la CDU hacia la derecha en temas como inmigración, distanciándose de la postura centrista de Angela Merkel, exlíder del partido y ex canciller que abrió las puertas a refugiados.
El ascenso de la AfD representa un aumento significativo de casi el 10% respecto a los comicios anteriores, mientras que el SPD, actualmente en el gobierno, sufrió una caída dramática, obteniendo solo el 16% de los votos, su peor resultado desde la Segunda Guerra Mundial.
El canciller Olaf Scholz, quien asumió el cargo en 2021, reconoció el “resultado amargo” y asumió la responsabilidad por los peores resultados electorales del SPD en la historia reciente. La CDU/CSU, como el principal bloque conservador, tendrá que formar una coalición de gobierno, pero ha dejado claro que no incluirá a la AfD debido a sus políticas controvertidas y extremas.
La AfD ha adoptado una agenda que incluye la deportación masiva de inmigrantes, el rechazo a las políticas de transición ecológica y la reintroducción del marco alemán como moneda. Además, ha promovido medidas como la prohibición de un lenguaje inclusivo en las escuelas y ha criticado la promoción de la cultura transgénero.
El apoyo internacional a la AfD, especialmente por figuras como Elon Musk y JD Vance, ha sido un tema polémico, con Musk publicando en redes sociales que la AfD es “la última chispa de esperanza para Alemania”. A pesar de las críticas, el creciente respaldo popular a la AfD refleja un cambio en las actitudes alemanas respecto a la inmigración y otras políticas públicas que antes eran dominantes bajo Merkel.