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El Orden en que Comemos: La Clave para Evitar Picos de Glucosa y Mejorar la Salud

Ana Paola Dávila | 16/02/2025 | 14:15

La manera en que organizamos nuestros platillos no solo impacta el sabor y la experiencia gastronómica, sino también cómo nuestro cuerpo procesa los alimentos.

En los últimos años, la ciencia ha demostrado que el orden en que comemos puede influir directamente en nuestros niveles de azúcar en sangre, la saciedad y el metabolismo. Empezar las comidas con ciertos alimentos puede ayudar a evitar picos de glucosa, reducir la inflamación y mejorar la energía a lo largo del día.

¿Por qué es importante el orden en que comemos?

Cuando comemos, los carbohidratos se descomponen en glucosa, que se absorbe en el torrente sanguíneo. Sin embargo, si consumimos carbohidratos refinados o azúcares al inicio de una comida, la glucosa entra rápidamente en la sangre, provocando un pico de azúcar seguido de una caída brusca. Esto no solo genera fatiga y antojos, sino que también, a largo plazo, puede aumentar el riesgo de resistencia a la insulina y enfermedades metabólicas. Por el contrario, si ingerimos los alimentos en un orden específico —primero fibra, luego proteínas y grasas, y finalmente carbohidratos— podemos ralentizar la absorción de glucosa y mantener niveles más estables de azúcar en sangre.

El orden ideal para comer:

1. Empezar con Fibra: Verduras y Ensaladas: El primer paso es comenzar la comida con una  porción de vegetales ricos en fibra. La fibra soluble, presente en verduras como espinacas, brócoli, calabacín y lechuga, forma una especie de gel en el estómago que ralentiza la absorción de azúcares y grasas. Comenzar con una ensalada o un plato de verduras asadas no solo ayuda a estabilizar la glucosa, sino que también proporciona saciedad, evitando que comamos en exceso los alimentos más calóricos.

2. Seguir con Proteínas y Grasas Saludables: Después de la fibra, el siguiente grupo de alimentos debe ser la proteína y la grasa saludable. Las proteínas —como el pollo, el pescado, los huevos o el tofu— ayudan a reducir la velocidad a la que el estómago vacía los alimentos, moderando el impacto glucémico de la comida. Las grasas saludables, como las del aguacate, el aceite de oliva y los frutos secos, también desempeñan un papel clave en el control del azúcar en sangre y en la saciedad.

3. Dejar los Carbohidratos para el Final: Los carbohidratos deben comerse al final de la comida,
cuando la fibra, la proteína y las grasas ya han preparado el cuerpo para una absorción más lenta y controlada. Si los consumes en último lugar, la glucosa entra de forma más gradual en la sangre, evitando picos bruscos. Esto aplica tanto para carbohidratos complejos (arroz integral, camote, quinoa) como para los refinados (pan, pasta, postres).

Beneficios de Seguir Este Orden:
1. Evita los picos de glucosa: Al comer en este orden, se minimizan los altibajos en el azúcar en sangre, reduciendo la fatiga y la ansiedad por comida.
2. Mayor saciedad: La fibra y la proteína ayudan a sentirnos llenos por más tiempo, evitando antojos innecesarios.
3. Menos inflamación: Los picos de glucosa repetidos generan inflamación en el cuerpo; estabilizarlos contribuye a un metabolismo más saludable.
4. Más energía estable:  Evitar los bajones de azúcar ayuda a mantener niveles de energía constantes durante el día.
5. Mejor salud metabólica: A largo plazo, este hábito puede prevenir resistencia a la insulina y enfermedades como la diabetes tipo 2.

Consejos Adicionales para Optimizar los Niveles de Glucosa

  • Añade vinagre antes de las comidas: Tomar una cucharada de vinagre de manzana diluido en agua antes de una comida con carbohidratos puede reducir la respuesta glucémica.
  • No tomes bebidas azucaradas en ayunas: Iniciar el día con café o té sin azúcar y acompañar las comidas con agua o infusiones es clave para evitar picos innecesarios.
  • Muévete después de comer: Una caminata de 10 a 15 minutos después de la comida puede mejorar la respuesta del cuerpo a la glucosa.
  • No comas carbohidratos solos: Siempre acompaña el pan, el arroz o la pasta con una fuente de proteína y grasa para moderar su impacto.
  • Desayuna con proteínas: En lugar de iniciar el día con pan dulce o cereales, opta por huevos, yogur griego o un smoothie con fibra y grasas saludables.

El simple acto de cambiar el orden en que comemos puede hacer una gran diferencia en nuestra salud. Adoptar esta estrategia no significa eliminar alimentos ni hacer dietas restrictivas, sino aprender a combinarlos de una manera más inteligente para optimizar nuestro bienestar. Si quieres sentirte con más energía, reducir antojos y mejorar tu metabolismo, prueba aplicar estos cambios en tu rutina diaria. Pequeñas modificaciones pueden traer grandes beneficios a largo plazo.