Los infiernos que vienen

El fuego invade los campos de grandes bosques, arranca las hojas con el abrasador soplido del viento caliente que produce al quemarse el pasto. Aquel donde se regocijaban los niños en el jugando a la pelota, su alegría sería el límite de su imaginación.Verdor de los amantes viviendo su amor, los animales domésticos disfrutaban del espacio que les da la inmensidad. Aquellos días de luz y sombras que produce los rayos brillantes al enlazarsecon la vegetación, ramas que alguna vez producían sombra, ahora son solo un recuerdo convertido en leña para carbón.

Ya no vendrán tiempos mejores, se preguntarán los habitantes del bosque, como un cuento de fantasía, entre los animales se presumían que los más aptos para sobrevivir eran los más grandes y fornidos, pero en soledad nadie sobrevive.Ahora huyen, al igual que las pequeñas hormigas, con la salvedad seprotegerían una de las otras; en sus vastas galerías del hormiguero y con trabajo en comunidad posiblemente sobrevivirán al infierno. En aquel bosque lienzo de colores, vida, de olor a suaves fragancias de flores, con su barullo de las aves al atardecer, contrastado con el silencio que acompaña la quietud de un delicado viento de otoño, la vida existía, hoy es gris, negro, con olor a azufre propio del maligno. En el imaginario colectivo de la ignorancia, a su presencia se percibían el viento caliente con nauseabundo tufo a huevo enfermo podrido.

Enfurecer que entristecer.
Ante la presencia verdadera de un ser maligno, sin moral como Donald Trump, con objetivos imperialistas, nos hace creer que, en el bosque de su verdad, seria necesariamente los de mayor beneficio para el mundo.  Su demencia imperial es un ocote que atiza fuegos para su beneplácito personal. Él quiere un bosque magnífico, quemando todo para volver a renacer, “MekeAmericagreatagain”.

Expandirse quedándose con Gaza, expandirse con su Golfo de América, expandir la industria electrónica bajo la complicidad de Elon Musk, por cierto, sujeto nacido en el mundo racista del “Apartheid” en Sudáfrica. Para terminar la guerra de la invasión rusa a Ucrania, Trump hace ver al presidente ucraniano, como el culpable de la guerra, la humillación es brutal, lo que quiere el nuevo Hitler, son las “tierras raras”, útiles para los microcomponentes. “Su necedad puede hacer perder a todo su país”. Como todo imperio en expansión, hoy abraza al invasor, Rusia.

Para México, su promulgación de reconocer a los cárteles de la droga como terrorista, es exterminarlos su objetivo prioritario, el nuestro claro que también, pero agregando estabilidad política y económica. Para quienes desconocen la historia de los Estados Unidos y hoy aplauden su intervención, la oposición conservadora, sembradores de discordias, traiciones, perturbados por la irracionalidad del imperio, deben saber que ello los gringos, les importa poco la estabilidad de los pueblos, no hay un solo ejemplo donde se encuentre paz y armoníaen aquellos países donde la bota del tío Sam haya pisado. Existen muchos ejemplos de historias de terror, ellos los Yankis violan cualquier acuerdo, quieren hacer un tratado con México en materia de seguridad,  estaría bien si no supiéramos su la do oscuro, porque al aceptarlo en sus condiciones, tendríamos en nuestro territorio acciones que verdaderamente generaría una violencia inaudita, los civiles estarían a merced de los drones estadounidenses y probablemente, sus bombas no caerían en parajes desolados, creo no, caerían en las zonas residenciales de alto poder adquisitivo, comúnmente seguidore de quienes hoy aclaman: “Trump, la esperanza de México”, posiblemente su desconocimiento e ignorancia les hace pensar lo contario. Estarán del lado pobre.

Se produciría una ingobernabilidad, ya lo vimos y abramos los ojos. Sinaloa el mejor ejemplo, una sociedad inmersa en la cultura al narco, que hoy paga las consecuencias, dos de sus ciudadanos fueron raptados literalmente. Sin medir las consecuencias, a los gringos no les importó si las ciudades de Sinaloa se convirtieron en un infierno.

Del terruño
Hablando de incendios y traiciones. En un almacén de tarimas, la madera ardió, todo desapareció, la ciudad se contaminó. Soledad de Graciano Sánchez el municipio de la clandestinidad de negocios, bares, antros, almacenes prohibidos, todo permitido.

Pero ¿qué creen? Para eso están las autoridades capitalinas y del gobierno del estado, como se dice, “hay Papá”. Ambos gobernantes hicieron gala de presunción de ayuda al heroico cuerpo de bomberos, fotos con pipas con logotipos, anunciando el respaldo, un funcionario de protección civil disfrazándose de bombero, fotografiándose con uniforme amarillo recién adquirido, lavado y planchado, para que la foto fuera impresionante para el futuro elector. Con el transcurrir del día y a pesar de los esfuerzos de sus ilustrísimos equipos de comunicación de ambos, la sociedad potosina y anexas no pararon de realizar críticas a la postura desenfadadas que asumieron el edil de la capital y el gobernador. Primero su figura como los grandes protectores sociales, segundo la eficiencia de sus equipos de ayuda y tercero lo que caló hondo en el ánimo social, fue la desvergüenza de hacer creer al público la ayuda incondicional a los bomberos potosinos. En “chole” son y están de harapos, en la capital, muertos de hambre y sin equipo, ahora imaginemos en todo el estado.

Ahora resulta que Villa de Pozos tiene un adeuda de hace años, el edil capitalino nos ha dicho que el municipio no tenia deudas, entonces Pozos era de otro territorio, de otra nación, simplemente, el señor del ayuntamiento “amable” se deslindó,“ háganle como quieran yo no debo nada”.

Por berrinches. Un amparo no permite continuar con las obras del parque de Morales, que, si Seduvop lo atiende, que al ayuntamiento no le corresponde. ¿Qué tiene que ver un amparo con echarle agua y mantener un pulmón de la ciudad?

Mantengamos el ánimo por nuestro México, no importa del color que seas.

“La Patria es primero”

Nos saludamos pronto

Oscar Esquivel-