San Luis Potosí, SLP.- Con la llegada de la primavera, los hospitales comienzan a registrar una disminución en los casos de bronquiolitis, una infección respiratoria que afecta principalmente a menores de cinco años durante la temporada invernal. Sin embargo, lejos de significar un alivio para los padres, ahora deben enfrentarse a otro enemigo común en la infancia: la enfermedad de manos, pies y boca, un padecimiento viral que predomina en los meses cálidos y que afecta principalmente a bebés y niños pequeños.
Durante el invierno, la bronquiolitis suele ser una de las principales razones de hospitalización infantil, especialmente en bebés recién nacidos y menores de dos años. Es causada por el virus sincitial respiratorio (VSR) y provoca inflamación en los bronquiolos, dificultando la respiración de los pequeños. No obstante, conforme aumentan las temperaturas y disminuyen los virus respiratorios, las infecciones de tipo estacional cambian y la enfermedad de manos, pies y boca toma protagonismo.
Este padecimiento es causado principalmente por el virus Coxsackie y se manifiesta con fiebre, malestar general y la aparición de llagas dolorosas en la boca, así como erupciones en las palmas de las manos y plantas de los pies. Aunque en la mayoría de los casos no es grave, sí puede resultar muy molesta y altamente contagiosa, propagándose rápidamente en guarderías y preescolares.
A pesar de la transición de una enfermedad a otra, lo que permanece constante es la vulnerabilidad de los niños ante infecciones virales. Bebés recién nacidos y menores de edad no están exentos de enfermarse, ya que si bien terminan los padecimientos respiratorios más fuertes del invierno, ahora enfrentan virus propios de la primavera.
Pediatras advierten que la enfermedad de manos, pies y boca puede propagarse a través del contacto con saliva, secreciones nasales o superficies contaminadas, por lo que es fundamental reforzar las medidas de higiene, como el lavado constante de manos y la desinfección de objetos de uso común.
Si bien la mayoría de los casos se resuelven sin complicaciones en una semana, es importante vigilar la hidratación de los niños, ya que las llagas en la boca pueden dificultar la alimentación y provocar deshidratación. Además, se recomienda evitar el contacto con otros niños para prevenir brotes en guarderías y escuelas.
La llegada de la primavera no significa un respiro para los padres, ya que aunque las enfermedades respiratorias disminuyen, otros virus estacionales toman su lugar. Por ello, los médicos recomiendan no bajar la guardia y seguir atentos a cualquier síntoma en los menores para actuar a tiempo y evitar complicaciones.