Viernes 21 de Febrero de 2025 | Aguascalientes.

Ley antinepotismo para acabar con la herencia maldita

Lupillo González | 19/02/2025 | 12:39

La primera mandataria de la nación Claudia Sheinbaum ha lanzado su iniciativa antinepotismo con la solemnidad de quien intenta erradicar una plaga histórica. La idea es simple: que los cargos de elección popular no sean un árbol genealógico en perpetua expansión. En un país donde la política es más un negocio familiar que una vocación, la propuesta suena tan lógica como revolucionaria. Sin embargo, si algo nos ha enseñado la historia, es que la clase política mexicana siempre encuentra la manera de sacarle la vuelta a cualquier intento de limpieza institucional.

El espectáculo alcanzó niveles de comedia involuntaria cuando el senador morenista Saúl Monreal Ávila, hermano del diputado Ricardo Monreal y del gobernador de Zacatecas, David Monreal, presidió la sesión, donde se aprobó la reforma contra el nepotismo. Sí, leyó bien: un Monreal con el corazón destrozado legislando el fin de los Monreal. Mientras tanto, en diversos rincones del país, cientos de políticos que ya se imaginaban despachando desde una gubernatura o una alcaldía veían cómo su futuro se desmoronaba. "¡Maldita ley, nos llegó en el peor momento!", habrán exclamado más de uno entre dientes, mientras buscaban algún resquicio legal para seguir en el juego.

Pero no nos engañemos: esta ley es más un reto de creatividad que un verdadero freno. Prohíbe la “herencia maldita” directa de cargos, pero no impide que los familiares aterricen en otros puestos estratégicos. ¿No puedes dejarle la gubernatura a tu esposa, hermano, hijo o papá? No hay problema, siempre queda una diputación o la presidencia municipal. Las dinastías políticas mexicanas son como la mala hierba: si las cortas de un lado, brotan con más fuerza en otro.

Por supuesto, los opositores, en especial los blanquiazules, han levantado la ceja y señalado que la reforma se queda corta. "¿Y qué hay del Poder Judicial?", cuestionan. Porque mientras en el Ejecutivo y Legislativo se intenta frenar el nepotismo, en los tribunales sigue siendo el método de ascenso por excelencia. En resumen, la política mexicana es un circo donde cambian los payasos, pero el espectáculo sigue igual. ¿Se acabaron las dinastías políticas? No nos hagamos ilusiones. Solo están aprendiendo a jugar con nuevas reglas.