Una intensa persecución policiaca se registró la tarde de este martes luego de que un sujeto intentara sustraer ilegalmente a un menor de edad en la zona de Cañada. El hombre fue seguido por un conductor de la plataforma Didi, quien alertó a las autoridades y logró evitar su fuga.
De acuerdo con información extraoficial, el sospechoso subió a la fuerza al niño a una camioneta doble cabina tipo pick-up color gris. Al percatarse de que era seguido, intentó ingresar a un motel en la Calzada San Pedro, pero el operador de Didi impidió su acceso y continuó siguiéndolo hasta el bulevar Adolfo López Mateos, frente al aeropuerto, donde logró cerrarle el paso.
Elementos de la Guardia Estatal y la Policía Investigadora llegaron rápidamente al lugar, logrando la detención del presunto responsable y asegurando al menor, quien posteriormente fue entregado a su padre. Las autoridades han manejado el caso con hermetismo y se espera que en las próximas horas emitan información oficial sobre la situación jurídica del detenido.
¿Cuál es la pena que podría alcanzar la persona detenida?
En México, el secuestro de menores es considerado un delito grave y está penado con una severa sanción. De acuerdo con el Código Penal Federal de México, la pena por secuestro de un menor puede variar dependiendo de las circunstancias del delito. Sin embargo, generalmente la pena para este tipo de secuestro oscila entre 40 y 60 años de prisión. Esta pena puede aumentar si el secuestro involucra violencia, se trata de una organización criminal, o si se exige un rescate.
En caso de que el menor sea liberado sin daño físico o psicológico, la pena podría ser menor, pero aún sigue siendo severa debido a la naturaleza del delito y la vulnerabilidad de las víctimas. Además de la pena de prisión, las personas condenadas por este delito pueden enfrentarse a multas y compensaciones económicas a favor de la víctima y su familia, como parte de las sanciones por el daño causado.
¿Qué es un secuestro de menores?
El secuestro de menores es el acto ilegal de tomar a un niño o adolescente y retenerlo en contra de su voluntad, sin el consentimiento de sus padres, tutores o responsables legales. Este delito involucra el traslado del menor lejos de su hogar o entorno habitual con la intención de ocultarlo o privarlo de la compañía de su familia. A menudo, el secuestro de menores se comete por razones como obtener un rescate económico, venganza, tráfico de niños, o incluso para ocultar al menor de las autoridades.
Este tipo de secuestro es una violación grave de los derechos humanos del menor, ya que puede generar un impacto profundo en su bienestar físico y emocional. Además de ser un delito penal, es una de las situaciones más angustiosas para las familias afectadas, quienes luchan por la seguridad y el regreso de sus hijos.
Las autoridades, como la policía y las fiscalías, tienen protocolos específicos para investigar y prevenir estos delitos, y el gobierno implementa programas de sensibilización y prevención del secuestro, especialmente para proteger a los menores de posibles riesgos.
