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Microorganismos genitales podrían ayudar a identificar a agresores sexuales

EFE | 12/02/2025 | 11:21

Durante el coito se produce una transferencia de especies bacterianas entre individuos que permite identificar el microbioma genital o "sexoma" propio de cada persona, según un estudio que apunta que esto podría servir para identificar a agresores sexuales.
 
Detrás de la investigación hay científicos de la Universidad Murdoch de Australia, quienes señalan que los resultados muestran que podría haber marcadores microbianos que detecten el contacto sexual incluso cuando se usa preservativo.
 
Su análisis podría ser útil en el ámbito forense, especialmente en casos en los que no se logra detectar ADN humano, dicen los autores, quienes no obstante admiten que la aplicación definitiva para casos de agresión sexual aún está lejos, hay que continuar investigando.
 
La investigación, publicada en la revista iScience, del grupo Cell, se basa en el concepto forense de que todo contacto deja un rastro, explica Brendan Chapman.
 
Los investigadores confirmaron que tanto hombres como mujeres tienen poblaciones únicas de bacterias en sus zonas genitales. Reclutaron a 12 parejas heterosexuales monógamas para investigar si estos microorganismos genitales -que han denominado "sexoma"- se transfieren durante las relaciones sexuales, incluso cuando se utiliza preservativo.
 
Al principio del estudio, cada participante recogió muestras de su microbioma genital mediante hisopos. Los investigadores utilizaron la secuenciación genética para determinar qué cepas bacterianas estaban presentes e identificaron las firmas microbianas de cada participante.
 
Después, se pidió a las parejas que se abstuvieran de mantener relaciones sexuales durante períodos de tiempo variables (de 2 a 14 días) y que luego mantuvieran relaciones sexuales. Se volvieron a recoger muestras del microbioma genital de cada individuo.
 
Los análisis mostraron que la firma bacteriana única de un participante podía identificarse en la muestra de su pareja sexual tras el coito.
 
Tres de las parejas declararon haber utilizado preservativo. El análisis descubrió que, aunque esto tenía cierto impacto en la transferencia del contenido microbiano, no la inhibía por completo.
 
"Cuando se utilizaba preservativo, la mayor parte de la transferencia se producía de la mujer al hombre", explica por su parte Ruby Dixon.
 
Para la investigadora, "esto resulta prometedor como medio de analizar al agresor tras la agresión y significa que puede haber marcadores microbianos que detecten el contacto sexual incluso cuando se utilizó un preservativo".
 
Los investigadores también analizaron si los hombres estaban circuncidados y si los participantes tenían vello púbico, y vieron que ninguno de los dos factores parecía afectar a la transferencia de especies bacterianas.
 
Sin embargo, sí observaron que la composición del microbioma vaginal cambiaba durante la menstruación, lo que, señalan, podría afectar a los resultados.
 
"La aplicación del 'sexoma' a los casos de agresión sexual está aún en pañales", afirma Dixon. "Es importante entender completamente los factores externos que pueden tener un impacto en la diversidad microbiana de hombres y mujeres, y esto es algo que planeamos seguir estudiando".?
 
Nerea Molina, investigadora del departamento de Filosofía I en la Universidad de Granada (España) y en el Instituto de Investigación Biosanitaria ibs.GRANADA, indica que el estudio refuerza la idea de que las comunidades bacterianas del tracto genital masculino y femenino pueden intercambiarse durante el coito.
 
Los hallazgos van en línea con estudios previos que ya sugerían este intercambio.
 
Si bien el concepto del 'sexoma' como herramienta forense es "fascinante", aún queda camino por recorrer, según la investigadora, que no participa en el trabajo.
 
La identificación precisa de microorganismos a nivel de cepa y su estabilidad en el tiempo son desafíos clave. Además, el microbioma no es estático: factores como el tiempo transcurrido desde el contacto o la presencia de otros fluidos biológicos pueden influir en los resultados, comenta a Science Media Centre España, una plataforma de recursos científicos para periodistas.
 
"Este estudio representa un avance interesante en la comprensión de la transferencia bacteriana entre parejas, pero su viabilidad en investigaciones forenses aún requiere validación en estudios más amplios y en escenarios reales", subraya Molina.