Un entrenamiento puede tener un resultado completamente distinto al activar el suelo pélvico antes de comenzar y te contaremos por qué sucede esto, además de darte los ejercicios ideales para hacerlo.
Aunque no haya muchos ejercicios que sean específicos para suelo pélvico en una rutina de gym, podemos decir que casi todos los movimientos que se hacen, incluso si estás haciendo pierna o abdominales, trabajan el centro de tu cuerpo y, por lo tanto, tu suelo pélvico. Activarlo antes y mientras estás en tu entrenamiento, puede hacer que la fuerza del core se vea maximizada, además de permitirte un mayor control del cuerpo.
Cómo activar el suelo pélvico para mejorar tus workouts
Si bien todas las mujeres tienen una noción de dónde se encuentra el suelo pélvico, no todas saben cómo mantenerlo activo y poder sacar el máximo provecho de tu entrenamiento.
Para poder trabajarlo, es necesario tomar consciencia de esta parte del cuerpo y hacer ejercicios previos para que pueda fortalecerse. Una excelente manera de hacerte consciente de él es prestar atención a tu respiración, cuando inhalas, el suelo pélvico desciende ligeramente y cuando exhalas, hay una suave elevación; al igual que los pulmones, se expande y contrae con cada respiración.
Estos ejercicios van a requerir de una pelota fitness para que puedas realizarlos.
Rebote sobre la pelota
Siéntate sobre la pelota de estabilidad con los pies en dirección al frente, una vez que hayas logrado el equilibrio, contrae suavemente el vientre bajo hacia la columna y siente cómo el coxis va bajando hacia el suelo, con una ligera relajación en la zona lumbar.
Mantén la columna completamente recta y comienza a rebotar sobre la pelota, siempre con la atención en los movimientos del suelo pélvico al respirar, en esta posición te resultará más sencillo sentirlos. Haz este ejercicio durante un minuto.
Para realizar este ejercicio, deberás sentarte sobre la pelota de estabilidad en una posición similar a la de la práctica anterior, siempre contrayendo el vientre bajo hacia la columna.
Eleva el pecho hacia el cielo, estirando la columna lo más posible sin dejar de contraer el vientre bajo, después comienza a moverte de un lado a otro, concentrada en el suelo pélvico y los movimientos que surgen de la respiración. Haz este movimiento durante 30 segundos.
Para los siguientes 30 segundos, seguirás de lado a lado, pero ahora vas a rebotar ligeramente sobre la pelota para potenciar este ejercicio