¿Se acerca el 14 de febrero y eso te hace preguntarte qué hacer en San Valentín si me siento triste? No te apures, no eres la única persona en esa situación. La verdad es que la imagen de romantizada de parejas andando de luna de miel con globos en forma de corazón y enormes ramos de flores es un producto de las comedias románticas.
No es que eso nunca pase, de hecho, todos lo viviremos alguna vez en nuestra vida. El tema es que no es la norma, pues es completamente irreal que cada año tu plan para el Día del Amor y la Amistad sea así, y muchas veces las personas quienes siempre comparten imágenes que parecen una calcomanía de la anterior crean gran parte de esas escenas, no son cien por ciento auténticas.
Además, hay que tomar en cuenta que el que esos planes no se den año tras año no siempre tiene que ver con que no haya amor o amistad, a veces es por falta de tiempo, de dinero, de energía o simplemente de interés. Por ello, no debes dejarte presionar por la expectativa social que recae sobre esta fecha y aquí te contaremos cómo para que no sufras de crisis existenciales si tu próximo Valentine's Day no será “de película”.
¿Qué hacer en San Valentín si me siento triste?
Sea cual sea la situación que te bajó los ánimos hasta el suelo, lo más importante es que aceptes tu situación emocional actual. No tienes que gritarlo a los cuatro vientos, con tú seas consciente de lo que sientes es más que suficiente. Puedes escribirlo en tu diario, decirlo en voz alta mientras te miras al espejo o como tú prefieras, solo no trates de ocultarlo porque de ser así no podrás avanzar en los siguientes pasos.
Elimina presiones externas
Por más que sepas que las publicaciones en redes sociales de San Valentín no son cien por ciento reales, duele verlas cuando te sientes triste, y son desencadenantes perfectos para los pensamientos intrusivos, las crisis existenciales e incluso pueden llegar a causar ataques de pánico. Mejor evítalos del todo, así como cualquier otro input ajeno que tenga un efecto similar en tu salud mental, como explicarle a tus familiares tóxicos que no tienes planes románticos para este día.
Escucha a tu mente y a tu cuerpo
Ahora que ya sabes que tu estabilidad emocional está vulnerable y has apagado las notificaciones innecesarias, tómate unos momentos para escucharte e identificar cuál de todas las herramientas de gestión sana de la tristeza necesitas por el momento. Tal vez quieres cantar las pistas más desgarradoras, escribir hasta que no sientas tus manos o llorar sin parar, lo importante es que tengas ese momento de conexión profunda contigo misma.
Haz actividades reconfortantes
Ya que hayas liberado tus emociones displacenteras de manera saludable, llegó la hora de buscar el confort. Preparar un postre delicioso, hacer un poco de ejercicio suave, ver tu película favorita de la infancia, o tal vez platicar con un ser querido que te reanime; la idea es que algo o alguien te abrace con cariño para recordarte que aunque esta vez tu estado de ánimo no se coordinó con la festividad, no significa que no hay amor o alegría en tu vida.
Agradece el amor que te rodea
Venga de donde venga y en la cantidad que sea, el amor es algo que debemos valorar porque no es seguro. Las cosas o personas que supuestamente serían nuestras fuentes más grandes de cariño, muchas veces resultan las más hostiles. Así que, pausa de nuevo para dedicarle un momento de agradecimiento a todo aquello que de alguna u otra manera te permite amar y ser amada.
La próxima vez que te preguntes qué hacer en San Valentín si me siento triste, recurre a esta pequeña guía práctica que te ayudará liberar tus emociones y a volver a plantar tus pies sobre la tierra para que no te dejes llevar por el pesimismo embriagador de los pensamientos intrusivos alimentados por las expectativas sociales. ¡Triste San Valentín! (también se vale reírse un poquito de las tragedias personasles).