Lunes 3 de Marzo de 2025 | Aguascalientes.

TRIBU

Claudia Guadalupe Martínez Jasso. | 08/02/2025 | 11:05

Todo grupo de seres en conjunto y pertenencia tiene una esencia, una melodía, una energía. Si falta un solo elemento o sufre algún cambio o transformación, esa entidad grupal, dejará de vibrar en la antigua frecuencia y de significar de la misma forma. Es alquimia pura. Si un grupo es una entidad con personalidad, con acuerdos, reglas, conocimientos, historias, cargas, enfermedades, sabiduría, valores o vicios, entonces también, si uno de los elementos inyecta Conciencia, el resto de los seres recibirá los beneficios, las transformaciones y el alivio de esa medicina. A veces, con dolor, porque la luz encandila, cuando se ha experimentado largo tiempo la vida en las penumbras de la costumbre, la inconsciencia y la violencia, ya sea pasiva o activa. Piensa en los grupos a los que perteneces; la familia, educativos, artísticos, deportivos, sociales, espirituales, amistosos etc.

Si les vieras color, forma, textura y vibración. ¿Cómo sería? ¿Has pensado que dichas agrupaciones pueden ser espacios consagrados a la tranquilidad y al crecimiento y otros en cambio campos de batalla minados? Algunas tribus pueden estar inclinadas a arquetipos de lucha, de creación, de sufrimiento o de convivencia amorosa y fraterna. Sucede que, es cierto que con una sola persona que lleve en su sello energético la destrucción, esa tribu que, aunque creada en un principio como un hogar de paz y amor para un proyecto elevado, sufra una carcoma que le lleve a su extinción.

A un clan, lo puede llevar a la muerte de ese árbol genealógico, una guerra, las adicciones, la ira, la venganza, los vicios de carácter, el sufrimiento, la demencia, si, es verdad. Pero también con una sola persona que abra los ojos del Espíritu y observe hacia adentro de sí mismo, hacia el Universo interno, es muy posible que en ese grupo vuelva a entrar un rayo de luz y esperanza. ¿Has visto como expresan los niños sus emociones? Mueven su cuerpo, emiten sonidos guturales y lo hacen en voz alta. No se rigidizan, ni se reprimen. Van existiendo con el ritmo y la energía del Universo y de su entorno. Si de adultos no caímos en la trampa de la represión y sabemos expresar nuestras emociones con discernimiento, salud y adultez, es decir, si sabemos comunicarnos asertivamente, entonces, le damos movimiento a la energía. Vamos expresando la energía y por ende no se estanca.

 A partir de la palabra y la gestión sana de las emociones, el clan o el grupo al que pertenecemos puede seguir creciendo porque lo liberamos de muchos “no dichos”, de tabúes, de innumerables situaciones que se quedaron sin resolver, por evadir. La palabra es medicina si así lo queremos.

Comunicar como nos sentimos en nuestros grupos es de suma importancia para que el corazón de la tribu siga latiendo sin problemas, por supuesto que, con algunos sobresaltos, así es esta vida, pero siempre con el ejercicio de una pertenencia responsable. Por ejemplo, podemos en este momento hacernos unas preguntas sinceras. En los grupos a los que pertenecemos hemos entrado por que nacimos allí o por elección y en ambos casos responder a lo siguiente nos hace conscientes de que papel estamos jugando en la evolución tribal y los equipos que conforman a la entera humanidad. En tus grupos te preguntas ¿Qué puedo sacar de este espacio, de este grupo? o ¿Cómo puedo contribuir al crecimiento de esta asociación de energías humanas y de otras especies (en su caso)? Consciente o inconscientemente ¿Qué energía estoy llevando a mis lugares de pertenencia? Tal vez propósito, voluntad, sabiduría, ánimo, construcción o bien, separación, envidia, odio, competencia, falta de merecimiento y rabia. Y esto no es para sentirse culpable, porque somos humanos y, por ende, no somos perfectos, pero si nos perfilamos y encaminamos en el riel de nuestro propósito, dones y talentos, lo que vamos a brindar a nuestros grupos será mágico.

Todos necesitamos de todos de alguna forma. La energía elevada de cada persona contribuye a la construcción total de la entidad grupal. Entonces, si la familia o cualquier otro grupo de cualquier índole, fuera una escultura, ¿Qué forma tendría? ¿Qué personaje, que arquetipo? ¿Una víctima? ¿Un adicto? ¿Una perpetradora? ¿Un santo? ¿Una maga? Si logramos verlo de esta forma, tal vez exista ya un síntoma que muestra una enfermedad yaciente en el sistema y si no, tal vez, es un grupo que funciona con un engranaje vital adecuado, en dónde cada miembro puede caer en ocasiones, enfermar, u oscurecerse, pero lo que sí sabemos es que hay una Conciencia de esa entidad que por supuesto, intentará volver al equilibrio para seguir funcionando y existiendo. En tus grupos: ¿Cómo te vives? ¿Qué aportas o que tomas de más? ¿Das de más? ¿Te escondes, te excluyes? ¿Tienes miedo? ¿Te sientes protegido(a)? ¿Puedes ser autentico(a)? ¿Son grupos sanos o espacios de sufrimiento? Gracias por compartir tu luz única en cada célula grupal a la que perteneces. Sin ti, el Universo entero, estaría absolutamente incompleto.

Gracias por caminar juntos.

Tu terapeuta.