Ante la inminente imposición de aranceles a productos mexicanos por parte de Estados Unidos, el sector patronal advirtió que el País no debe ceder a presiones externas que buscan condicionar el comercio.
En un comunicado, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) afirmó que la decisión del Gobierno de Estados Unidos de imponer aranceles de 25 por ciento a las importaciones mexicanas a partir del 1 de febrero representa un desafío para la economía nacional y la estabilidad del comercio en América del Norte.
Consideró que esta medida, lejos de fortalecer la relación trilateral, introduce un elemento de incertidumbre que afecta a las empresas, los trabajadores y las inversiones en la región.
"México no puede ceder ante presiones externas que buscan condicionar el comercio con argumentos ajenos a la dinámica económica", mencionó la Coparmex.
"Enfrentaremos este desafío con unidad, estrategia y determinación".
Añadió que esta acción del Gobierno de Donald Trump constituye un abierto mecanismo de coerción que contraviene los principios de libre comercio y cooperación establecidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
"Las exportaciones mexicanas hacia nuestro principal socio comercial alcanzan el 83.1 por ciento de nuestro comercio exterior, por lo que cualquier barrera impuesta de manera unilateral genera distorsiones que afectan la competitividad de nuestros sectores productivos y ponen en riesgo empleos en ambos lados de la frontera", subrayó la Confederación.
Agregó que es fundamental que se utilicen todas las herramientas disponibles en el marco del T-MEC para impugnar cualquier medida que vulnere el Tratado y que se fortalezcan los canales de diálogo diplomático y económico para alcanzar soluciones que no perjudiquen a las empresas y los consumidores.