El presidente Trump dice que aplicará mañana aranceles del 25 por ciento a los productos de los dos principales socios comerciales de Estados Unidos, México y Canadá, a menos que ambos impidan la entrada de inmigrantes no autorizados y drogas a Estados Unidos, señaló The Wall Street Journal.
El diario dijo que no está claro si Estados Unidos establecerá aranceles a los niveles propuestos por Trump. Pero si lo hace, prometen repercutir en toda la economía estadounidense.
Esto es lo que se puede esperar en las próximas semanas y meses:
Confusión
Las empresas norteamericanas se han acostumbrado a décadas de comercio libre de aranceles exigido por el TLCAN y su sucesor de 2020, el T-MEC. Por lo tanto, es probable que los aranceles genere cierta confusión, al menos en el corto plazo.
Largas filas de camiones podrían acumularse en los puentes de Texas y Detroit si las reglas no son claras de inmediato, lo que retrasaría las entregas.
Independientemente del enfoque que adopte Trump, es posible que México, Canadá y los importadores estadounidenses presenten impugnaciones legales, al igual que meses de incertidumbre para las empresas de las tres naciones.
Mayor inflación generalizada
Según Capital Economics, una firma de análisis, un arancel del 25 por ciento sobre los productos de Canadá y México elevaría la tasa de inflación a cerca del 3 por ciento, muy por encima del objetivo del 2 por ciento de la Reserva Federal.
Aranceles adicionales sobre China u otros países causarían un aumento mayor, dijo la firma.
Alimentos más caros
Los aumentos de precios de los alimentos podrían ser la inflación que los consumidores notarán primero si los aranceles obligan a los importadores a pagar un 25 por ciento más por los alimentos, indican los economistas.
México proporciona aproximadamente la mitad de las importaciones de productos frescos de Estados Unidos y es un proveedor particularmente importante en el invierno, según Ed Gresser, ex representante comercial adjunto de Estados Unidos que ahora trabaja en el Progressive Policy Institute.
Canadá es un gran proveedor de todo, desde frijoles hasta tomates cherry, que se cultivan en enormes invernaderos cerca de la frontera con Estados Unidos.
Tumulto en la industria automotriz
Los fabricantes de automóviles nacionales y extranjeros han construido una compleja red de fábricas en Estados Unidos, Canadá y México. Las piezas y los vehículos a medio terminar a veces cruzan la frontera norte o sur varias veces antes de que se complete la producción. Imponer un arancel del 25 por ciento a cada uno de esos cruces de importación aumentaría los costos y posiblemente haría que los fabricantes de automóviles aumentaran los precios.
Algunos fabricantes de autopartes en México y Canadá están agregando turnos de horas extra y aumentando las entregas a EU en un esfuerzo por adelantarse a los aranceles, mientras que otros están considerando trasladar algunas líneas de fabricación a EU, dijo Ambrose Conroy, director ejecutivo de la consultora Seraph.
Apoyo de la industria siderúrgica
El sector siderúrgico y del aluminio lleva mucho tiempo pidiendo protección contra competidores extranjeros de bajo costo, y probablemente aplaudiría la aplicación de aranceles severos. Los compradores nacionales de acero probablemente tendrían la opinión contraria.
Repatriación (tal vez)
Si una gran parte de la industria manufacturera se muda a casa de forma permanente como respuesta a los aranceles, se cumpliría uno de los objetivos declarados de Trump para los gravámenes. Eso es un gran "si", dicen los economistas.
Aumento de precios de energía
Los nuevos aranceles podrían elevar los precios de la gasolina, el combustible para aviones y el combustible para calefacción de los hogares en Estados Unidos, porque Canadá suministra el 60 por ciento de las importaciones de petróleo crudo de Estados Unidos y México otro 10 por ciento, señaló Gresser.
Muchas refinerías están preparadas para procesar petróleo canadiense, y dejar de hacerlo no es una tarea sencilla, agregó.
Electrónicos de consumo más caros
Los productos electrónicos de consumo, incluidos los teléfonos inteligentes y las computadoras portátiles, son una categoría que podría enfrentar aumentos de precios.
Un arancel generalizado del 10 por ciento sobre China afectaría a muchos bienes de consumo por primera vez, lo que provocaría posibles aumentos de precios minoristas y represalias por parte de China.
