La Casa Blanca afirmó que sigue en pie el plan de imponer este sábado un 25 % de aranceles sobre México y Canadá, y un 10 % sobre China, una acción que podría afectar el comercio global y encarecer algunos de los productos que consumen los estadounidenses.
En una rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró que acababa de estar en el Despacho Oval con el presidente estadounidense, Donald Trump, y confirmó que mañana se implementarán esos aranceles en represalia por lo que Washington considera una permisividad de estos países en la entrada de fentanilo a Estados Unidos.
«Bueno, los aranceles entrarán en vigor mañana sobre Canadá y la razón de ello es que tanto Canadá como México han permitido una invasión sin precedentes de fentanilo ilegal, que está matando a ciudadanos estadounidenses, además de la entrada de inmigrantes ilegales a nuestro país», afirmó Leavitt.
Leavitt explicó que estos aranceles serán «implementados y estarán en efecto» mañana, sábado 1 de febrero, como lo había prometido el mandatario.
El jueves, Trump declaró a la prensa que mantenía sus planes de imponer un 25 % de aranceles a Canadá y México a partir del sábado, aunque aún estaba considerando si aplicar o no gravámenes sobre el petróleo que esos dos países exportan a Estados Unidos.
Al ser preguntada sobre ello, Leavitt dijo que no tenía información actualizada sobre si el presidente había decidido finalmente conceder una excepción a las importaciones de petróleo de México y Canadá.
Según los últimos datos disponibles de la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés), Estados Unidos importó en octubre de 2024 casi 4,6 millones de barriles de petróleo diarios desde Canadá y 563.000 barriles desde México. Durante ese mes, la producción diaria de petróleo en EE.UU. fue de cerca de 13,5 millones de barriles.
La inminente imposición de aranceles por parte de Washington ha generado incertidumbre tanto en México como en Canadá.
Esta mañana, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, advirtió que Canadá responderá «con fuerza» de forma inmediata si Estados Unidos empieza a aplicar gravámenes a las exportaciones canadienses, unos comentarios que provocaron el enfado de la portavoz de la Casa Blanca.
«Creo que Justin Trudeau haría bien en hablar directamente con el presidente Trump antes de hacer comentarios tan exagerados ante los medios», declaró Leavitt.