Los Criterios Generales de Política Económica de 2025 propuestos por la Secretaría de Hacienda (SHCP) señalan que el nivel de la deuda pública como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) podría reducirse al 43.7 por ciento en 2030 desde el 51.4 estimado para el cierre de 2024.
Esto marcaría un camino hacia la consolidación fiscal, sin embargo, existen varios retos para lograr dicha sostenibilidad fiscal, advirtió el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En ese sentido, el Paquete Económico 2025 plantea reducir el endeudamiento al 3.9 por ciento del PIB, en comparación con los niveles observados en los últimos dos años, que alcanzaron máximos históricos de 4.3 por ciento del PIB en 2023 y 5.9 por ciento en 2024.
"Esto se lograría mediante un aumento en los ingresos presupuestarios, principalmente por el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA), y una disminución general en el gasto público, con excepción de las pensiones y el costo financiero de la deuda", señaló el Centro en un análisis.
Bajo este escenario, Hacienda muestra que la consolidación del endeudamiento al 3.0 por ciento del PIB se lograría a partir de 2027, acompañado de una tendencia decreciente en el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), que es la medida más amplia de la deuda del sector público.
Lo anterior, señaló el CIEP, supondría que la deuda alcanzaría su máximo de 52.6 por ciento del PIB en 2025, para luego disminuir hasta 43.7 por ciento del PIB en 2030.
"Lo anterior sería posible únicamente si se mantienen las medidas propuestas, como la continuación del incremento anual de los ingresos en la misma proporción estimada para 2025 y la persistencia de los recortes al gasto público previstos para ese año", argumentó el organismo de investigación.
No obstante, la reducción de la deuda pública como proporción del PIB estaría condicionada a la continuidad de medidas clave, como el incremento de los ingresos presupuestarios y los recortes al gasto público.
"Aunque esta trayectoria de disminución de la deuda apunta hacia la estabilidad fiscal, también impone desafíos significativos e implicaciones de política pública, particularmente en sectores críticos para el bienestar social", indicó el análisis.
Sobre los desafíos en este último rubro, el CIEP advirtió que la reducción proyectada del gasto público afectaría principalmente a sectores esenciales como la educación, la inversión pública y la salud, los cuales seguirían una tendencia decreciente.
"Se estima que, de no revertirse estas reducciones, dichos sectores podrían alcanzar mínimos históricos del 2.7, 1.1 y 2.3 por ciento del PIB, respectivamente, para 2030.
"Esta contracción no solamente limitaría el acceso a derechos básicos, sino que también comprometería el crecimiento económico, la productividad laboral y los ingresos futuros de la población", alertó el Centro.
Bajo este escenario, Ricardo Cantú, investigador del CIEP, resaltó la urgencia de realizar una reforma fiscal integral que no únicamente busque reducir la deuda, sino promover el bienestar social sin el sacrificio en rubros como la inversión pública o la salud.
