El fenómeno de La Niña, que enfría las aguas del Pacífico ecuatorial, ya está dejando sentir sus efectos en el clima global. Según expertos, esta fase fría, aunque débil, podría desencadenar sequías intensas en el centro y sur de Sudamérica, mientras que el norte del continente y Centroamérica experimentarán un aumento de las lluvias.
Bárbara Tapia Cortés, de la Organización Meteorológica Mundial, advirtió que "la escasez de precipitaciones en regiones como el centro y sur de Sudamérica podría generar graves problemas". Estas condiciones podrían extenderse a regiones como California, Ecuador, Perú y Chile, mientras que México, el Caribe y Colombia recibirían mayores precipitaciones.
Por otro lado, José Rubiera, especialista en huracanes, señaló que países como Perú, Ecuador y partes de México podrían enfrentar condiciones de sequía, mientras que otras zonas, como el Caribe y la costa Pacífica de Centroamérica, registrarán lluvias más abundantes.
Más allá de la sequía y las lluvias
La Niña también influirá en la temporada de huracanes. Aunque se espera que las condiciones sean neutras para mayo y junio, los expertos advierten que la ausencia de vientos fuertes podría favorecer la formación de tormentas más intensas. Sin embargo, el calentamiento global, un fenómeno a largo plazo, sigue siendo la principal amenaza para el clima mundial.
"El calentamiento de los océanos es un proceso acumulativo", explicó Tapia. "La Niña puede moderar ligeramente las temperaturas, pero no revertirá la tendencia al calentamiento global".
Prepararse para lo peor
El fenómeno no contrarrestará el aumento global de temperaturas, que ya alcanzó el umbral crítico de 1.5 °C en 2024. Tapia destacó que el calentamiento de los océanos es persistente, y La Niña no puede revertir esta tendencia.
Los expertos llaman a los gobiernos a preparar a las comunidades, ya que los eventos climáticos extremos, como sequías, inundaciones y huracanes, serán cada vez más frecuentes y devastadores.
