Crecimiento poblacional también influye
Armando Encinas Oropesa, integrante de la División de Materiales Avanzados del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT), visitó las oficinas de PLANO INFORMATIVO para hablarnos del problema de contaminación en los cuerpos de agua por sustancias que hasta ahora creíamos que no llegaban hasta ellos, como el café y los fármacos.
El científico explicó que esta contaminación es producto de la combinación del crecimiento en la población mundial, los hábitos de consumo y la introducción al mercado de cada vez productos más diversos, y muchos de estos productos contienen sustancias químicas que no encontrábamos antes en el medio ambiente.
La bebida en sí no es contaminante
Encinas Oropeza explicó que no se trata propiamente de que la bebida sea contaminante, sino más bien es un problema que se extiende mucho más, por ejemplo, actualmente la investigación que se desarrolla en laboratorios de todo el mundo va encaminada a desarrollar procesos más eficientes para remover esos contaminantes.
Señaló que “La particularidad de la cafeína es que se ha detectado en suelos, en todo tipo de cuerpos de agua, desde lagos, ríos, en la playa, en las zonas costeras, etcétera, y como decía, es un estimulante nervioso, es un fármaco, entonces hay varias cuestiones que preocupan”.
Detalló que uno de los problemas que han detectado es que con el crecimiento poblacional se observa un aumento en la presencia de cafeína en cuerpos de agua, y eso desata el problema de cómo controlarlo y qué efectos puede tener en ecosistemas y, sobre todo, en el ser humano.
Dijo el científico potosino que la sobrepoblación ha llevado a esta teracontaminación, porque “Hay alrededor de 60 plantas que naturalmente contienen cafeína, entre ellas el café, el té y el cacao, que usamos en todo. Entonces de ahí se extrae la cafeína y entra en diferentes tipos de productos a nuestras casas. Desde luego el café y el té, pero muchos energéticos usan cafeína”.
Consume café 90% de los adultos
Armando Encinas señaló que “En la actualidad todo mundo consume café, y se estima que alrededor del 90 por ciento de la población adulta consume al menos una taza de café al día”.
Señaló que “Entonces todos estamos de manera normal, cotidiana, consumiendo productos que tienen cafeína y el detalle es que el organismo no metaboliza todo. Si yo me tomo tres tazas de café, del 5 al 10 por ciento de esa cafeína que yo consumí no la puedo metabolizar y entonces es excretada por el cuerpo”.
Detalló que entonces “El chiste es que esa cafeína entra directamente a las aguas residuales, directo, ni siquiera tenemos que pasar de esto. Nosotros mismos lo estamos echando ahí adentro. Y por otro lado, en el caso del café, cuando preparamos en casa, si usamos la cafetera, colamos el café, después acabamos y tiramos eso a la basura”.
Dijo que ese café “Eventualmente acaba en la bolsa de basura o a los vertederos en donde quedan libres. Entonces en presencia de agua liberan todavía compuestos, mucha cafeína y todo eso que entra de manera no controlada, no regulada, al suelo y de los suelos vuelve a entrar a los cuerpos de agua”.
Tecnología para tratar el agua usada no es pareja
Armando Encinas Oropesa dijo además que no hay las mismas tecnologías estandarizadas en todas las partes del país. Hay municipios, ciudades, estados que tienen tecnologías que son un poco más anticuadas o de menor capacidad y el problema vuelve a ser ese. Si la capacidad de procesamiento es poca, sí se elimina una parte, pero otra parte persiste.
Señaló que “El primer paso tiene que ver con implementar tecnologías y escalarlas a las dimensiones que son necesarias para poder eliminar este tipo de contaminantes”.
Consideró que “En principio sí es grande el daño que se genera a partir del momento que uno lo empieza a ver en ríos, en lagos. Aquí el otro problema que tenemos es, por ejemplo, el agua tradicionalmente se procesa aquí en la ciudad, tenemos diferentes plantas de procesamiento de agua, que recuperan aguas negras, las procesan y esas aguas se usan para regar. Entonces, si esas aguas todavía contienen cafeína, pues nada más las estamos volviendo a meter en el sitio. Si se llegan a usar para riego de cultivos para consumo, pues también hay posibilidad de que nosotros estamos ingiriendo cafeína extra debido a esto”.
Dijo que entonces las cantidades dependen del tamaño de la zona urbana. De hecho, la cafeína se usa como el principal indicador de contaminantes emergentes. Se llaman contaminantes emergentes todos aquellos que anteriormente no consideramos como contaminantes, sobre los cuales no existe regulación y que actualmente empiezan a aparecer en agua, que incluye fármacos, desde luego, o por ejemplo, el bloqueador solar.
Hay centros de acopio de fármacos caducos
Armando Encinas Oropesa explicó que los fármacos llegan a los cuerpos de agua generalmente por la vía de aguas residuales, ya sea excretadas por el cuerpo humano o cuando se tiran directamente al drenaje en razón de caducidad.
Sin embargo, dijo que “Hay instancias en México, que es el Cenapred, es decir el Centro Nacional de Prevención de Desastres, y hay otro que es el Sistema Nacional de Gestión de Residuos en Envases de Medicamentos, se llama el CINGREM, y tiene centros de acopio prácticamente en todo el país para ir a depositar medicamentos caducados, de manera que no se tiren a la basura”.
Fármacos que contaminan el agua:
Paracetamol
Aciclovir
Aspirina
Ofloxacina
Diclofenaco
Ibuprofeno
Naproxeno