Tres de los cinco magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral descartaron que revocar decisiones de jueces para quitar obstáculos al proceso electoral provoque la división del Poder Judicial.
La Presidenta de la Sala Superior, Mónica Soto, argumentó que lo único que quieren es dejar claro que "no a cualquiera" se le puede ocurrir juzgar sobre determinada materia, y tienen que respetar el ámbito de competencia.
"Quien quiera entender otra cosa no entiende lo que dice la Constitución. No demos pie a confusiones cuando la Constitución es clara. El amparo no procede en materia electoral. No hay necesidad de buscar algo más", indicó.
En conferencia de prensa, Soto justificó que sólo están dando una orden al Comité Evaluador del Poder Judicial como lo han de hacer al del Poder Ejecutivo o Legislativo sobre otros temas.
Argumentó que no existen diferencias con los ministros que rechazan la elección judicial. Incluso, dijo que más tarde vería a la Ministra Presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, en una sesión del Comité de Transición.
Los magistrados insistieron en que únicamente están defendiendo su competencia, y así como ellos no conceden divorcios o juicios penales, otros jueces deben respetar el tema electoral.
"El Poder Judicial no está dividido. El Poder Judicial tiene muchos titulares, los jueces, los magistrados y los ministros, somos todos titulares del Poder Judicial y, pues muchas veces, jurídicamente no coincidimos. Un juez de amparo toma una decisión que a mi juicio es inconstitucional e ilegal.
"Una decisión que quiero pensar es jurídica y no política. Lo que corresponde es revocarla. No, no, no es un tema de división, es un tema de ejercicio, de jurisdicción y de competencia", añadió el Magistrado Felipe de la Mata.
Coincidieron en que la Suprema Corte debe acelerar lo que tienen pendiente de la elección judicial, especialmente recursos sobre magistrados electorales y competencias, para llegar al arranque de la campaña con mayor claridad.