Hace ya 25 años que Alejandro González Iñárritu irrumpió en el mundo del cine con su ópera prima, Amores Perros, con la que se celebra el comienzo de la exitosa trayectoria de uno de los mejores cineastas que ha dado el País.
Estrenada en mayo en el Festival de Cannes, la cinta tuvo un éxito inmediato y se llevó el Gran Premio de La Semana de la Crítica, programa paralelo al festival.
"Es una película que te revuelca, que te conmueve y entretiene muchísimo; tiene la vida de México como escenario, no como un paisaje, sino como un campo de batalla en un lugar común a nivel mundial. Es una guerra de emociones y de gente en la lucha con una capacidad de amor, pasión de los personajes", dijo a este medio el mexicano, previo a su reconocimiento en Cannes.
Visión de mundo
Iñárritu se destacó desde un inicio por una visión artística poco convencional y sus vivencias excéntricas, que influenciaron su trabajo en la pantalla, a pesar de no haber comenzado su carrera con ese plan en mente.
El director, nacido en la Ciudad de México en 1963, viajó por Europa y África a los 17 y 19 años, antes de comenzar a estudiar. Estos viajes se dieron gracias a que consiguió trabajo en un buque carguero que irrumpiría en el Atlántico y después en el Mediterráneo, así exploró las formas de vida en el norte de África y en el sur de España, lo que lo marcó profundamente.
Al regresar a México ingresó en la carrera de Comunicación en la Universidad Iberoamericana, la cual abandonó antes de titularse para trabajar de tiempo completo en la estación de radio WFM. Después de llegar a ser director de la estación y dotarla de creatividad, pasó a los comerciales de televisión con sus promocionales en el Canal 5, mismos que marcaron su entrada al mundo audiovisual.
Junto con Raúl Olvera, Iñárritu fundó la productora Z Films, que tuvo gran éxito en la creación de comerciales, así como de cortometrajes y episodios de televisión. A la par de esto, comenzó a estudiar dirección de teatro con el dramaturgo Ludwik Margules y posteriormente con Judith Weston en la ciudad de Los Ángeles.
Iñárritu se acercó más al universo del cine después de componer la banda sonora de seis películas mexicanas, como Fiera Solitaria y Garra de Tigre, además de dirigir un medio-metraje titulado El Timbre, que sería el piloto de la serie de televisión Detrás del Diner2939273, con Miguel Bosé como protagonista. Unos años después forma equipo con el escritor Guillermo Arriaga para elaborar la pieza que despegó su carrera: Amores Perros.
La cinta conecta tres historias con nada en común, excepto un accidente al inicio que desencadena una serie de acontecimientos que cambiarán para siempre a los personajes.
Mostrando un México sucio, cruel, de palabras vulgares e intenciones perversas, pero donde aun así reluce el amor, la película, protagonizada por Gael García, Vanessa Bauche, Álvaro Guerrero, Goya Toledo y Emilio Echevarría, muestra una exposición sincera de la vida en la capital.
Catapultada por una energía frenética, Amores Perros es una experiencia sensorial y única que reúne a un México fragmentado, dota de humanidad a todos sus personajes y conecta íntimamente con sus espectadores.
La película obtuvo reconocimiento instantáneo por parte de las audiencias y la crítica. Ganó 11 Premios Ariel, entre ellos el de mejor película y mejor director, recibió el Premio de la Crítica en el Festival de Cannes y una nominación al Óscar por mejor película de habla no inglesa, convirtiéndose en la primera película mexicana con presencia en los premios después de 25 años.
Tras el éxito de Amores Perros, Iñárritu encontró un espacio en Hollywood, desde donde produjo sus siguientes películas.
Sus posteriores obras, 21 gramos (2003) y Babel (2006), cuentan también historias que se entrelazan, pero que son ajenas y forman parte de la que llamó "trilogía de la muerte". La primera estuvo protagonizada por Sean Penn, Benicio del Toro y Naomi Watts; la segunda por Brad Pitt, Cate Blanchett y Gael García Bernal.
Ambas nuevamente recibieron atención de la crítica y múltiples nominaciones a los premios Óscar, incluyendo la de mejor director por Babel en 2007, la primera nominación para un mexicano en esta categoría en la historia.
Después de partir caminos con Guillermo Arriaga dirigió y escribió Biutiful (2006), protagonizada por Javier Bardem, quien recibió una nominación al Óscar por mejor actor.
Después de una gloriosa y bien recibida entrada a Hollywood, con sus siguientes cintas, Iñárritu cimentó su lugar como uno de los directores de cine más reconocidos, favorito de la crítica y de los amantes de las películas.
Con Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia) (2014), exploró la comedia negra y recibió cuatro premios Óscar en 2015: mejor director, mejor guion original, mejor fotografía y mejor película. Protagonizada por Michael Keaton, Emma Stone y Edward Norton, llevó el reconocimiento del director a otro nivel. La cinta, que parece estar grabada en una sola secuencia, se asemeja a una obra de teatro y, apoyada por las actuaciones estelares de los personajes, apostó por conectar con las tragedias de la audiencia.
Con El Renacido (2015), la película que retomó la fórmula de Birdman de planos largos y amplios, recibió también gran aclamación y gana el premio Óscar en 2016 a mejor director por segundo año consecutivo, además, Leonardo DiCaprio, su protagonista, se lleva su primer y único Óscar -hasta el momento- a mejor actor por su interpretación del cazador Hugh Glass que desafía a la naturaleza.
Luego de tomarse seis años lejos de las cámaras, Iñárritu regresó con Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, estrenada en 2022. La película llega en un mundo post-pandemia, muchos años después del éxito de El Renacido y distante del Hollywood en el que el director se estableció después de su ópera prima.
Tiene como protagonista a un periodista mexicano que regresa al país después de vivir por años en el extranjero, con una historia y un personaje que se asemeja al director, la cinta es personal y habla de la identidad cultural y la familia.
Un cuarto de siglo después del estreno de su primer largometraje, que comienza en México, y a dos años de su última película, que termina en México, Iñárritu se ha ganado su lugar como uno de los grandes nombres de la industria cinematográfica.