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La Voz de... Hemos consumido los recursos no renovables

Plano Informativo | 17/01/2025 | 03:00

Tenemos un déficit de 33 mil viviendas

El investigador y urbanista Benjamín Alva Fuentes señaló que en materia ambiental, los recursos no renovables son elementos naturales que existen en cantidades limitadas y pueden agotarse, y que en nuestro ambiente metropolitano existen recursos en cantidad limitada, como la vivienda, o que pueden agotarse, como el suelo urbano.

Reconoció que “Ambos los hemos consumido sin estrategia y no existe política de generación. El suelo urbano es una política desarticulada entre municipios. Solo Soledad y Villa de Reyes lo están actualizando. La capital también tiene atraso. Mexquitic, Zaragoza y Cerro de San Pedro no se preocupan por el ordenamiento urbano de sus centros de población”.

El especialista advirtió que actualmente “Quedan poco más de 10 mil hectáreas en toda la zona metropolitana, de suelo urbanizable para estos seis municipios, por lo que en vivienda deberíamos de haber generado condiciones para su reproducción. Tenemos un déficit de 33 mil nuevas viviendas, solo por el crecimiento demográfico metropolitano”.

Detalló que “Desde hace cinco años, la Federación reconfigura su política de apoyo a la adquisición y ahora renta de vivienda, de manera preocupante y poco clara. A nivel estatal existe una reorganización institucional, sin embargo en los municipios se observa una ausencia total”.

 

Falta de vivienda, principal característica

Alva Fuentes dijo que la zona metropolitana de San Luis Potosí está a punto de alcanzar el millón y medio de habitantes en seis municipios, y que tal como sucede en el resto del país y en las ciudades latinoamericanas, la principal característica es la falta de vivienda, sobre todo de tipo económico.

Dijo además que “La necesidad de construir viviendas es una apremiante demanda social, pero también es clave en la economía del país. Es una de las actividades que mayor empleo genera. Incluso es una actividad con alto impacto positivo, ya que se relaciona con al menos la mitad de las 72 actividades de las ramas económicas”.

El investigador explicó también que “En muchas de nuestras ciudades, en México sobre todo, la vivienda social no existe. En nuestra ciudad registramos vivienda con un precio tal vez equivalente a la delegación de Coyoacán, en la Ciudad de México, o San Pedro Garza García, en Nuevo León, superior a los 18 millones de pesos. Por lo que la vivienda en San Luis es cara. ¿Qué encarece la vivienda de la ciudad? Primero, el suelo, cuyo costo representa en promedio la tercera parte del costo de una vivienda”.

Sin embargo, dijo, esquemas arraigados de planeación urbana, también del siglo pasado, privilegian restringir el suelo, elevando su precio ante la escasa oferta y disponibilidad que existe.

Señaló que “Ni la Federación ni el Estado, y mucho menos los municipios, trabajan coordinadamente para generar reservas que garanticen vivienda asequible, por contar con tierra servida, con certeza jurídica y como incentivo para el bajo costo”.

 

Se debe establecer una agencia metropolitana

Benjamín Alva advirtió que “San Luis Potosí continuará creciendo los próximos años y para mantener el éxito, requiere una política basada en suelo, infraestructura y vivienda, coordinada por una agencia metropolitana que articule los esfuerzos para que las iniciativas presidenciales y los esfuerzos estatales se materialicen en los municipios”.

Dijo que “Si queremos mantener nuestra competitividad, debemos mantener nuestros recursos, incrementarlos, ser responsables y sobre todo, estratégicos. Requerimos una agenda metropolitana de suelo y de vivienda”.

 

Todavía hay viviendas con suelo de tierra

El urbanista potosino consideró que “La zona metropolitana presenta contrastes muy evidentes, porque es una metrópoli con desarrollo y progreso, pero todavía tiene sectores donde existen hogares con piso de tierra o con un solo cuarto”.

Detalló que “Vemos las ciudades muy diferentes y esto lo que hace es evidenciar la desigualdad, en términos de las condiciones de vivienda que se observan en el estado. Yo creo que uno de los puntos es que tanto a nivel federal como estatal se pudieran recuperar o fortalecer estos programas para mejorar las condiciones de la vivienda, que se han deteriorado desde que dejó de construirse vivienda económica”.

Agregó que “Hay una variación muy amplia entre las condiciones de la vivienda, por ejemplo, en la Huasteca, en el Altiplano y por supuesto, aquí en la zona metropolitana, sin embargo, hay cosas que parece raro que todavía se presenten en pleno siglo XXI, cuando la vivienda digna debería ser la norma, no la excepción”.