Los Millennials y Gen Z están transformando la forma de comunicarse, y las llamadas telefónicas parecen estar quedando relegadas. ¿Por qué? La ciencia tiene algunas respuestas.
Un estudio de Pew Research Center revela que, para los Millennials y Gen Z, la mensajería instantánea es la forma de comunicación preferida. Esto se debe a que permite mayor control sobre la interacción, dándoles tiempo para procesar la información y responder de manera precisa. A diferencia de una llamada, donde las respuestas deben ser inmediatas, escribir mensajes reduce la presión de la improvisación.
Además, un artículo de la revista Computers in Human Behavior señala que estas generaciones, nativas digitales, están acostumbradas a una comunicación más visual y asincrónica, como mensajes de texto, correos electrónicos o incluso notas de voz. Este estilo de interacción les permite mantener un flujo constante de comunicación sin la obligación de concentrarse plenamente en una conversación en tiempo real.
Millennials y Gen Z al borde del estrés con el celular
Otro factor clave es el aumento de la ansiedad social. Según un estudio de la Universidad de Durham, recibir o realizar llamadas telefónicas puede ser estresante porque no hay señales visuales que permitan interpretar el lenguaje no verbal, lo que complica la comunicación y puede generar malentendidos.
Un cambio cultural y práctico de la Gen Z y los Millennials
Por otro lado, las llamadas se perciben como invasivas. En un mundo hiperconectado, la necesidad de respetar los límites y el tiempo de los demás se ha vuelto más importante. Según expertos en comunicación, enviar un mensaje antes de realizar una llamada es una forma de mostrar empatía hacia el tiempo del receptor.
Lejos de ser una simple "fobia al teléfono", esta tendencia refleja un cambio cultural hacia formas de comunicación más flexibles, eficientes y adaptadas a un ritmo de vida digital. Sin embargo, los expertos sugieren encontrar un balance, ya que las conversaciones cara a cara, incluso por teléfono, siguen siendo esenciales para construir relaciones profundas y resolver conflictos complejos.
