Aunque no está claro y es difícil que desde el primer día de su mandado entren en vigor los aranceles que prometió Donald Trump, hay posibilidades que sea de forma inmediata, lo que colapsaría la logística, las cadenas de suministro y las aduanas, advirtió Andrés Franco Zaldívar, director del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce) Noreste.
Si bien no se ha definido exactamente en qué momento la mercancía que llegue a la aduana de Estados Unidos desde México va a empezar a ser gravada con el nuevo arancel, Franco Zaldívar prevé implicaciones inmediatas para los exportadores.
"La implementación de un arancel repentino creará un caos logístico, dado que la carga en tránsito no tiene manera de prepararse para enfrentar costos adicionales o nuevas regulaciones al llegar al destino.
"Esto genera incertidumbre en la frontera, afectaciones económicas inmediatas y presión sobre los sistemas de comercio bilateral".
Enumeró diversas afectaciones principalmente en tres áreas, una de ellas dentro de las aduanas, donde las empresas podrían detener temporalmente el cruce de mercancías mientras evalúan los cambios regulatorios y el impacto del nuevo arancel en sus costos y márgenes, lo que afectará la operación de agencias aduanales y transportistas.
Ahí mismo habría aglomeraciones y retrasos que propiciarían filas de tráileres en los puntos fronterizos.
El segundo impacto lo ve en la carga en tránsito hacia la frontera.
"Si el decreto entra en vigor al momento de la firma (del mismo por parte de Trump), las mercancías que aún no han cruzado la frontera estarían sujetas al nuevo arancel. Esto significa que el importador en Estados Unidos tendría que pagar el 25 por ciento adicional para liberar la carga".
El tercer punto está relacionado con las reacciones inmediatas, como el aumento de costos en la operación.
"También vemos que vendrían controles estrictos en las aduanas estadounidenses que podrían incrementar inspecciones, aumentando los tiempos de cruce y el riesgo de deterioro de mercancías perecederas.
"Esto implicaría una logística colapsada, en donde las cadenas de suministro podrían experimentar interrupciones graves en el corto plazo, con afectaciones tanto para exportadores como para importadores".
La incertidumbre opera en todos lados, por ejemplo, Emilio Cadena, presidente de Prodensa, dijo que no está claro cuándo se implementarán los aranceles.
"Me sorprendería que fuera 25 por ciento a todo, le afectaría demasiado a Estados Unidos, entonces no lo veo pasando (inmediatamente) a todas las importaciones desde México.
"Yo creo que sería especular decir qué es lo que va a pasar... (pero) yo creo que Trump algo va a querer hacer para decir que su promesa de campaña sí se hace".
'Difícil aplicarlos de inmediato'
Norton Rose Fulbright, firma canadiense de abogados, señaló que si bien Trump amenazó con imponer aranceles a partir del 20 de enero, en la práctica la rapidez con la que entren en vigor dependerá de la vía legal que utilice.
"Muchos de los poderes típicos de imposición de aranceles en virtud de la legislación de Estados Unidos implican pasos de procedimiento que no podrían ocurrir de la noche a la mañana, lo que significa que Trump podría anunciar los aranceles el día de su investidura, pero es probable que no entren en vigor hasta al menos varios meses después.
"Pero si el Presidente Trump diera el paso sin precedentes de invocar poderes de emergencia como base para aplicar los aranceles, estos podrían imponerse mucho más rápido".
La referencia de Trump a una crisis fronteriza de fentanilo e inmigrantes ilegales puede tener la intención de preparar el terreno para invocar poderes de emergencia para aplicar los aranceles rápidamente, explicó la firma; sin embargo, declarar un estado de emergencia para esa medida la expondría a una impugnación judicial.