Domingo 19 de Enero de 2025 | Aguascalientes.

Derecho a la ciudad digital

Jorge Chessal Palau | 09/01/2025 | 17:02

EN LA ERA DE LA INFORMACIÓN, hablar del derecho a la ciudad ya no puede limitarse a la vivienda, el espacio público o la movilidad. Hoy, el acceso universal y gratuito a internet se ha convertido en un elemento clave para garantizar la participación ciudadana, la equidad y el ejercicio pleno de los derechos humanos.

Por esa razón, incluso la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos contempla, en su artículo 4°, que el Estado garantizará el derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e Internet.

EN 2023 SE EXPIDIÓ LA LEY PARA Garantizar el Acceso Libre y Gratuito a Internet en la Ciudad de México, lo que representa un paso innovador hacia la construcción de una ciudad digital inclusiva.

ESTA LEY RECONOCE EL INTERNET no solo como una herramienta tecnológica, sino como un derecho esencial, en cumplimiento a lo que reconoce la Constitución NO es una concesión del gobierno ni un privilegio de quienes pueden pagar por un paquete de datos, es una vía para acceder al conocimiento, al trabajo, a la educación y a servicios esenciales en una sociedad cada vez más digitalizada.

EL CONCEPTO DE DERECHO A LA ciudad, propuesto por Henri Lefebvre, implica el acceso equitativo a los beneficios del espacio urbano.

EN UNA CIUDAD HIPERCONECTADA, esto se extiende al espacio digital compartido. Sin embargo, la brecha digital sigue siendo un desafío enorme.

AQUÍ ES DONDE LA ACCIÓN legislativa se vuelve fundamental. No basta con ofrecer acceso sino que también es necesario garantizar la calidad de la conexión y que esta no se convierta en una nueva herramienta de exclusión por limitaciones técnicas o políticas.

SIN EMBARGO, EL ACCESO universal a internet también trae consigo desafíos relacionados con la salud mental y la autonomía individual.

EN UN CONTEXTO URBANO DONDE las redes sociales y las plataformas digitales son presentes por todas partes y casi para todo, los algoritmos diseñados para capturar nuestra atención plantean un dilema: ¿hasta qué punto nuestras emociones y decisiones son realmente nuestras cuando estamos expuestos a contenidos diseñados para manipularnos?

UN ALGORITMO DE UNA RED social, por ejemplo, que selecciona contenido, puede tener un impacto directo en la autonomía mental de las personas. En una ciudad digital, estos desafíos se amplifican, ya que la hiperconectividad aumenta la exposición a este tipo de mecanismos.

POR ELLO, GARANTIZAR EL ACCESO a internet no puede desvincularse de políticas claras de aprendizaje digital y protección emocional.

ES NECESARIO QUE EL DERECHO A conectarse a la red venga acompañado de educación para el uso responsable de las tecnologías y de regulaciones que limiten el uso abusivo de datos personales.

EL ACCESO LIBRE Y GRATUITO A internet no es un fin en sí mismo, sino un puente hacia otros derechos fundamentales, un puente sólido y bien hecho.

@jchessal