Un soldado israelí, presuntamente involucrado en actos de genocidio en Gaza y el sur del Líbano, ha causado controversia tras compartir imágenes en sus redes sociales de sus vacaciones en Querétaro, México. En dichas publicaciones, también se incluyen grabaciones de sus despliegues militares en territorios palestinos y libaneses.
Este caso se suma a una creciente ola de persecuciones judiciales contra soldados israelíes en diferentes partes del mundo. Recientemente, un exsoldado huyó de Brasil luego de que la Fundación Hind Rajab (HRF) iniciara un proceso legal en su contra por presuntos crímenes de guerra. La HRF acusa al exsoldado de participar en la demolición sistemática de viviendas civiles en Gaza.
Brasil, como firmante del Estatuto de Roma, tiene la obligación de investigar y sancionar los crímenes de guerra. Sin embargo, el caso brasileño desató una controversia política en Israel, donde líderes gubernamentales denunciaron una supuesta campaña antisemita dirigida a deslegitimar las acciones de autodefensa del país.
La HRF, una organización propalestina, continúa promoviendo acciones legales en países como Tailandia, Sri Lanka y Chile, sin que hasta ahora se haya logrado la detención de soldados implicados. Mientras tanto, las publicaciones de redes sociales se han convertido en un arma de doble filo para militares israelíes, quienes enfrentan una creciente presión global por su participación en conflictos en Medio Oriente.