La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, reaccionó a las declaraciones del presidente electo estadounidense, Donald Trump, sobre una posible adquisición de Groenlandia, y reiteró que este territorio autónomo, parte de la Corona de Dinamarca, "es de los groenlandeses".
"Mi punto de partida y el punto de partida del Gobierno son muy claros: que el futuro de Groenlandia se decide en Groenlandia", dijo Frederiksen a la cadena TV2 el día en que el hijo mayor de Trump visita la isla, en un viaje que según ha dicho es de carácter privado.
"Groenlandia es de los groenlandeses", enfatizó la primera ministra, que ya en 2019 había calificado de "debate absurdo" la idea lanzada por Trump, entonces en su primera legislatura, de comprar el territorio.
Frederiksen añadió que si "en algún momento" los habitantes del territorio toman una decisión de una naturaleza u otra, el Gobierno danés se posicionará al respecto.
Además, la primera ministra instó a mantener la tranquilidad sobre el asunto y afirmó que desde su punto de vista "somos más fuertes si estamos juntos".
La isla quedó bajo jurisdicción danesa cuando Dinamarca y Noruega se separaron en 1814 y fue integrada por completo en el Estado danés en 1953, aunque en 2008 los groenlandeses votaron en un referéndum a favor de una mayor autonomía y la independencia completa es uno de los temas de campaña de las elecciones legislativas del próximo mes de abril.
"Groenlandia es un lugar increíble y la gente se beneficiará en el caso de que llegue a ser parte de nuestra nación", escribió Trump en la aplicación Truth Social, al anunciar la visita de su hijo Donald Trump Junior.
Las autoridades groenlandesas han negado que haya prevista ninguna reunión del hijo del político con miembros del Gobierno autonómico, en contra de lo que se había especulado inicialmente.
En Navidad, Trump, que asumirá la presidencia el próximo 20 de enero por segunda vez, declaró que el control de la isla es "una necesidad absoluta" para la seguridad nacional estadounidense, a lo que el primer ministro groenlandés, Múte B. Egede, respondió entonces que Groenlandia "no está en venta".