Cinco meses después del inicio de su ofensiva sorpresa en Kursk, Ucrania no sólo mantiene su control sobre parte del territorio en esa región rusa a pesar de todos los intentos de Rusia por expulsar a los ucranianos con la ayuda de soldados norcoreanos, sino que ha lanzado otro ataque sorpresa.
El nuevo impulso del Ejército ucraniano en tres zonas de su incursión en Kursk demuestra que, a pesar de haber perdido entre un 40 y un 50 % del territorio capturado en agosto y que llegó a ser de 1.000 kilómetros cuadrados, Ucrania considera que su control del territorio ruso es clave para configurar la percepción de la guerra en el exterior y cualquier hipotética negociación de paz.
Aunque el alcance de los avances logrados hasta ahora sigue sin estar claro, los informes de los blogueros militares ucranianos y rusos hablan de una operación bien coordinada, en la que participan un número significativo de vehículos de combate blindados y un uso satisfactorio de la guerra radioelectrónica para suprimir los drones rusos.
Otro ataque sorpresa
Según el Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Estados Unidos, las fuerzas ucranianas lanzaron operaciones ofensivas en tres direcciones diferentes al mismo tiempo el domingo por la mañana, hacia Velikoe Soldatskoi (al noreste de Sudzha, la principal ciudad ocupada por Ucrania), Leonidovo (al noroeste de Sudzha) y Pushkarnoye (al este de Sudzha).
Hasta ahora, los mayores avances se han logrado en la primera zona, donde las fuerzas atacantes entraron en Jútar Berdin y varias localidades de los alrededores, según las imágenes geolocalizadas y los informes de los blogueros militares.
Es demasiado pronto para hablar del resultado de la operación, sobre todo teniendo en cuenta que las fuerzas rusas también lanzaron ataques en tres localidades diferentes, subrayó la plataforma analítica ucraniana DeepState.
"También hay bajas en nuestras filas, el enemigo está utilizando la aviación y dirige toda la potencia de fuego disponible contra nuestros equipos e infantería para impedir nuevos avances", escribe en sus redes sociales Stanislav Buniatov, oficial del batallón ucraniano "Aidar".
El Ejército ucraniano repelió 47 ataques en Kursk el domingo y al menos 17 al día siguiente, con 45 combates más en curso hasta las 14.00 GMT de este lunes, según su Estado Mayor, lo que la convierte en la parte más caliente de la línea del frente.
Ucrania permanecerá en Kursk
El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó a su ejército expulsar a las fuerzas ucranianas del territorio de Rusia antes de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos el 20 de enero, según declaró hace más de un mes el jefe de Estado ucraniano, Volodímir Zelenski.
Ahora está claro que este objetivo no se alcanzará, sostiene Oleksandr Kovalenko, analista militar del Grupo de Resistencia Informativa.
A pesar de todos los esfuerzos de Rusia y de la participación de más de 12.000 soldados norcoreanos, Ucrania sigue controlando casi 500 kilómetros cuadrados en Kursk.
Algunos en Ucrania todavía no están seguros de hasta qué punto es sensato desplegar allí los escasos recursos mientras Ucrania sigue siendo incapaz de contener los avances rusos en Donetsk.
Sin embargo, la cabeza de puente de Ucrania en Kursk tiene una gran importancia militar y política, dijo Kovalenko a EFE.
En el contexto militar, impide que unos 55.000 soldados rusos y norcoreanos se empleen en Ucrania.
Además, es en Kursk donde el Ejército ruso está sufriendo más bajas, sólo superadas por las de Pokrovsk y Kurájove.
Rusia ha perdido allí 38.000 soldados entre heridos y muertos, según dijo el comandante en jefe del Ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, durante una visita a Kursk la semana pasada.
Un argumento político
La presencia continuada de Ucrania en Kursk ha asestado también un duro golpe a los esfuerzos de Rusia por presentarse como invencible y disminuir así la disposición de otros países a apoyar a Ucrania, declaró el presidente Zelenski en una entrevista la semana pasada.
"Kursk es una baza muy fuerte en todas las negociaciones... La operación de Kursk simplemente lo puso todo patas arriba", dijo Zelenski, al referirse a cómo cambió la narrativa en torno a la guerra a favor de Ucrania, especialmente en los países del Sur Global.
"Nuestra presencia en Kursk es un contraargumento muy importante, que nos permitirá dar forma a la agenda y plantear nuestras propias exigencias", según Kovalenko.
Kursk tendrá una enorme importancia en el contexto de las hipotéticas negociaciones con Rusia sobre el cese de las hostilidades a lo largo de la actual línea de combate, subrayó.