EL ABRAZO DE UN ESPÍRITU

El sonido de sus hojas con el viento es la música más exquisita. La delicia de su olor, una caricia para el Alma y el amor más puro de una Madre que nutre, es la dulzura de sus frutos, que son el postre y la alegría de la vida. Eternos meditadores, gigantes o pequeños Seres pacíficos y llenos de Sabiduría sostienen nuestras vidas, con el color verde de la sanación. Nuestros amigos arbóreos, son la farmacia que cura afecciones del cuerpo y Alma. ¿Te ha consolado alguno de ellos con su sombra durante un día triste? ¿Te has fijado que a los lugares que deseas ir a vacacionar es a dónde abundan?

Las hermosas palmeras en la playa y el dulce y nutritivo néctar del coco, que te regala desde un amor verdaderamente incondicional.

Antes de entrar a un bosque y después de salir, te aseguro que no vuelves a ser Él o La mismo(a) nunca más. Su Espíritu es tan poderoso que pueden sostener energéticamente espacios inmensos.

Estos viejos Sabios son los Maestros del anclaje, de ser fuertes en arraigo y a la vez gráciles, suaves y sutiles en el espíritu… en la danza del Espíritu. Crecen ¿En Silencio? Porque hay gente de una amplia mirada que ha logrado hacer sonar para nuestros oídos físicos su movimiento interno y sonido y otros tantos amantes de los árboles que ahora saben que, entre ellos, es decir, entre un grupo de árboles en un espacio, hay una organización entre sus raíces, comunicación y ayuda para sobrevivir en su red de apoyo. Tienen magia.

Son grandes trasnmutadores. Y como te decía, ellos son nuestros amigos, tomamos de su cuerpo, la medicina y los frutos sin lastimarlos y cuidándolos, cuando les respetamos, pero ¿Somos nosotros amigos de Ellos? Que belleza de colores y de flores fragantes. ¿Qué acaso no está allí, en todos ellos la Divina presencia? Cada textura, forma, armonía y energía es una sublime obra de arte. ¿Cuánta amabilidad y bondad puede existir en un Ser tan elevado para nutrir a millones de especies? Cuando tienes una fruta en tus manos ¿Te has preguntado cuánto tiempo le costó crear ese manjar para ti? Si hacemos una reflexión sobre cuáles son las ciudades más bonitas del mundo, tal vez nos daríamos cuenta de que están habitadas por muchos deeee ellos. ¿Has conectado tu corazón al corazón de un árbol? Para hacerlo primero tienes que derrotar al ego que te impide Ser en esencia y entrar por un momento en contacto con tu inocencia y tu intuición. Si te permites honrar al Espíritu de un árbol que te abraza y lo haces con sinceridad, es muy probable que te lleves agradables sorpresas. Son Seres Sagrados.

Son Majestuosos. Son ancestrales. Ellos tan bellos, conectados al cielo y a la tierra, fluyendo con las estaciones, generando paz y mansedumbre. Han estado siempre en su amorosa presencia y nos ven llegar e irnos, arrastrarnos, caminar, correr, revolotear a su alrededor, mientras que Ellos, monjes eternos, meditan, dan luz, cobijo, consuelo, consejo, alegría, paz y Conciencia. Su Espíritu es inefable y regalo invaluable. ¿Tienes relación con algún árbol? ¿Has trepado a sus ramas y sentido su abrazo? Tal vez ahora, leyendo esto te des cuenta de que en efecto has tenido relación con más de uno, e incluso existe un vínculo afectivo. Le recuerdas con cariño porque te dio oxígeno y vida, porque te miró jugar o compartir con tus seres amados a su alrededor. He visto gente llorar desconsoladamente en las sesiones de terapia porque poseídos por la inconsciencia, otras personas han talado a un buen amigo para ellos, el duelo se vive igual que por un humano o ser de otra especie, porque definitivamente, aunque no nos demos cuenta, nuestro Espíritu y el Espíritu del árbol aman, se aman, se comunican, cohabitan, conviven.

 Al igual que nosotros, la especie humana, que somos Almas viviendo en cuerpos, Ellos, también, si les asesinan, su Espíritu prevalecerá, sin embargo, su presencia física ya no está más. Te invito a que cuando camines por la calle y te encuentres con alguno de ellos, inclines tu cabeza en son de respeto, algo mágico va a suceder. Si tienes la bendición de cuidar y ver crecer a alguno de Ellos o proteger a uno ya grande, te aseguro amigo(a) que el cielo te bendecirá infinitamente. Si te das la oportunidad de tomarlos en tu corazón, nunca más volverás a sentir soledad, porque te darás cuenta de que los gigantes de fuertes troncos te cobijan y sonríen y en el mejor de los casos juegan contigo y te hacen sonreír.

Gracias por caminar juntos.

Tu terapeutae