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Los mejores lugares en Centroamérica y Sudamérica para visitar en 2025

GQ | 02/01/2025 | 14:04

Siempre que nos hacen la pregunta “¿Cuáles son los mejores lugares en Centroamérica y Sudamérica para visitar?”, es difícil responder con rapidez. Claro que hay algunos hilos comunes que unen la región. De Belice a Chile, una fascinante mezcla de culturas indígenas, de colonizadores europeos y de migraciones más recientes da forma a todo, desde la cocina a la arquitectura. También hay una vitalidad, una alegría sin complejos tanto en la vida cotidiana como en las celebraciones especiales, por la que muchos visitantes no pueden evitar sentirse atraídos.
 
Sin embargo, más allá de eso, gran parte de lo que define los mejores lugares en Centroamérica y Sudamérica para visitar es personal. ¿Qué deseas de esta rica y variada franja de tierra?
 
¿Sueñas, por ejemplo, con espacios de surf escondidos, donde cada amanecer es prácticamente tuyo, y las noches se pasan en bungalows envueltos por la brisa y los árboles oití de la Mata Atlántica de Brasil? ¿O es el bullicio de los vendedores ambulantes de comida en Bolivia, que reparten jugos fermentados y sabrosos guisos ancestrales, lo que te hace querer tomar un vuelo? Tal vez sea la posibilidad de navegar en kayak por la agreste región del Chaco argentino, donde los escurridizos jaguares y osos hormigueros gigantes se escabullen por los polvorientos alrededores. Sea cual sea el paisaje que te conmueva –las selvas de concreto o las auténticas; las bien recorridas o las rebosantes–, aquí lo encontrarás.
 
Quizá la única forma de responder a esta pregunta imposible sea compartir cuál es el más urgente en 2025, ya sea gracias a nuevos puntos de llegada –el refugio brasileño del surf, Itacaré, está recibiendo una gran cantidad de nuevas y elegantes villas junto al mar–, a la apertura de restaurantes de moda –a La Paz le está llegando su hora de brillar, con nuevos restaurantes dirigidos por chefs premiados–, o a medios de acceso totalmente nuevos –los safaris fluviales están abriendo el remoto Chaco por primera vez en la historia–.
 
Estos son los mejores lugares en Centroamérica y Sudamérica para visitar en 2025, tanto por su impresionante combinación de encanto imperecedero como por su emocionante novedad.
 
Parque Nacional El Impenetrable, Argentina
 
Lo mejor: Las aventuras remotas y el avistamiento de fauna a través de nuevos safaris fluviales.
 
En el Gran Chaco –una franja de bosque seco de más de 700,000 kilómetros cuadrados que se extiende por partes de Paraguay, Bolivia, Argentina y Brasil –el calor llega a superar los 37 °C en verano, y los jaguares y osos hormigueros gigantes se pasean entre los quebrachos, mientras los caimanes negros rozan la superficie del río Bermejo–.
 
Quizá hayas estado en la Patagonia, en el Amazonas o en las Galápagos, pero el Chaco, hogar de uno de los bosques que desaparecen con mayor rapidez, ha permanecido alejado de las rutas turísticas. Solo en 2022 aparecieron rutas de senderismo y alojamientos rústicos. Desde entonces, la situación evoluciona rápidamente y, en 2025, El Impenetrable, el parque nacional del Gran Chaco, ofrecerá safaris fluviales de tres días con glamping por el camino, proporcionando a los visitantes la oportunidad de experimentar este entorno cambiante, y contribuir a su conservación, con un poco más de comodidad.
 
Ya están abiertas las reservaciones para 2025 en el nuevo Glamping Los Palmares, al oeste del parque, y con solo cuatro tiendas de lujo en oferta, querrás conseguir la tuya cuanto antes. Pasa tus días navegando en kayak por estos cursos de agua, montando a caballo en busca de tapires y conociendo a las comunidades que viven en armonía con este entorno agreste.
 
Costa Esmeralda, Nicaragua
 
Lo mejor: Las olas poco concurridas y las playas de esencia artística, antes de que llegue todo el mundo.
 
En 2013, se inauguró en Costa Esmeralda el primer complejo turístico de lujo de Nicaragua. Su nombre era Mukul, que significa “secreto” en tzotzil, una lengua indígena maya, y durante más de una década su ubicación siguió siendo precisamente eso: Los pocos visitantes que pasaban por este rincón de la costa del Pacífico eran en su mayoría mochileros que se alojaban en lugares de bajo presupuesto, surfistas atraídos por la promesa de 300 días de viento mar adentro al año, o golfistas que veían pocas razones para salir del complejo.
 
Desde entonces, el boca a boca ha llevado a los viajeros conocedores a sitios como San Juan del Sur –donde el grupo de hospitalidad global Apogeo Collective ha sido pionero en una residencia artística y una casa de huéspedes centrada en los viajeros LGBTQIA2S+ y de diferentes orígenes étnicos– y a pueblecitos como El Tránsito y El Gigante.
 
Pero gran parte de esta zona está a punto de sufrir una especie de transformación con la inminente llegada de la autopista de la Costanera. Su finalización está prevista para 2025, y conectará más de 320 km de costa del Pacífico y mejorará radicalmente el acceso a lugares como Hide and Seek Resort, que abrió sus puertas en Popoyo en 2024 y ya está atrayendo a un público joven que busca la sencillez de unas vacaciones de surf con el estilo y la comodidad de un hotel boutique. Los propietarios, Emileah Miller y Daniel Shade, son australianos, y en las suites cerca de la alberca hay una buena dosis de minimalismo al estilo de Byron Bay, y el calendario de retiros de surf del complejo, dirigido por profesionales como los longboarders Nique Miller y Luke Egan, ha llamado la atención de los surfistas más serios. Hide & Seek, junto con el refrescante complejo Rancho Santana vecino, está a unos pasos de Playa Jiquelite, una vasta extensión de arena donde los jinetes hacen galopar a los caballos por los bajíos al atardecer. Incluso en temporada alta, está relativamente vacía. Piensa en ella como si fuera el Tulum mexicano antes del exceso de turismo o el Santa Teresa costarricense sin las multitudes. Ahora es el momento de visitarlo, antes de que lo haga todo el mundo.
 
Itacaré, Brasil
 
Lo mejor: Las nuevas villas ecológicas junto a la playa con el sello de aprobación de los famosos.
 
Rodeada por casi dos docenas de playas y miles de hectáreas de la Mata Atlántica, la ciudad costera de Itacaré ha sido durante mucho tiempo un paraíso oculto para los surfistas y los famosos que prefieren mantener un bajo perfil como Leonardo DiCaprio y Gisele Bündchen. Su apartada ubicación en la Costa del Cacao –llamada así por las plantaciones que trajeron riqueza a la región en el siglo XX– ha contribuido a mantenerla fuera de las rutas turísticas; para llegar a ella hay que volar a la ciudad portuaria de Ilhéus, donde el recién ampliado aeropuerto Jorge Amado ha duplicado su capacidad de vuelos diarios sin escalas desde las principales ciudades, incluida São Paulo, y después conducir 90 minutos hacia el norte por una ondulante carretera que serpentea junto al Parque Nacional de Serra do Conduru. La mejora del acceso significa que las multitudes bohemias que antes se marchaban a Trancoso, la zona turística de moda en Bahía, se están aventurando más al norte, atraídas por los elegantes hoteles ecológicos de Itacaré, sus playas vírgenes y la amplia gama de aventuras al aire libre, desde la observación de aves hasta el canotaje por los manglares.
 
La exdiseñadora Juliana Ghiotto, nacida en São Paulo, y su esposo, Daniel Lima, otrora surfista profesional de Itacaré, son los visionarios del hotel Barracuda Boutique, de nueve habitaciones, que fundaron en 2013 junto con un grupo de amigos suecos. A finales de 2024, el hotel estrenó dos nuevas suites, además de un renovado concepto de bar y restaurante inspirado en el árbol autóctono oití, que crece en la Mata Atlántica y produce una fruta pulposa parecida al mango. El grupo también es propietario del Barracuda Hotel & Villas, de diseño vanguardista, situado en 26 hectáreas junto a Itacaré: a principios de 2026 ampliarán la vasta propiedad con la inauguración de una colección de 19 bungalows de ultralujo suspendidos sobre una copa de tapiriras, ceibas e higueras, algunos de ellos con amplias terrazas y albercas privadas. Incluso entonces, solo se habrá urbanizado el 10% del total de la propiedad, y el resto se conservará como zona protegida.
 
Sin embargo, en Bahía, la playa sigue siendo un gran atractivo. Para alojarte en uno de los mejores arenales de Itacaré, no busques más allá del Txai Resort & Spa Itacaré, una antigua granja de palmeras cocoteras en la famosa Praia de Itacarezinho, que presentará 10 villas de lujo renovadas a finales de 2026. ¿Otra forma de descubrir la resplandeciente costa de Bahía? Navega con la línea de cruceros de expedición Swan Hellenic, que tiene dos nuevos itinerarios que se iniciaron en octubre de 2024. Estos viajes, de cuatro o seis noches de duración, parten hacia el sur desde la capital, Salvador, a bordo del SH Vega –con capacidad para solo 158 pasajeros–, con una escala en Itacaré para recorrer las calles de la ciudad, como pintadas con los colores de crayolas.
 
La Paz, Bolivia
 
Lo mejor: Las inauguraciones de grandes restaurantes, comida callejera y el cumpleaños 200 del país.
 
La Paz ofrece actualmente el panorama gastronómico más infravalorado de Sudamérica, y ahora que el país andino celebra su bicentenario en 2025, nunca ha sido mejor momento para aprovecharlo. Están los clásicos: El Mercado Rodríguez, en el distrito de Centro, es una parada diaria para los lugareños que desean mazorcas de maíz y wallake –sopa de trucha arco iris capturada en el lago Titicaca y cocinada al vapor– servidos en enormes ollas por caseras –vendedoras– con coloridas faldas de holanes y bombines. Los jóvenes chefs, recién llegados tras sus estancias en el extranjero, interpretan los platillos tradicionales del Altiplano con un nuevo prisma. En Phayawi, Valentina Arteaga da un giro sofisticado a la sopa de cacahuate, la clásica sopa de maní boliviana, al terminarla con aceite de palillo y cúrcuma, como solía hacer su abuela. Su cocina ha encontrado adeptos hasta en Washington DC, donde Phayawi organizó su primer pop-up internacional en octubre. En Ancestral, las técnicas de cocina a fuego abierto influyen en el menú, y la comida callejera nocturna favorita de La Paz, el anticucho –brocheta de corazón de res–, inspira su plato principal emblemático: un pommes soufflée relleno de chile, cacahuates y corazón de jamón.
 
Gustu, que durante mucho tiempo fue uno de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo en el barrio de Calacoto, ha defendido sistemáticamente el uso exclusivo de productos bolivianos, como el vino y el singani, un aguardiente boliviano. Tras una década entre fogones, la chef Marsia Taha –que acaba de ser nombrada Mejor Chef Femenina de América Latina– voló sola y abrió su restaurante de cocina amazónica en noviembre de 2025, en el barrio de Achumani. El 65% de Bolivia está cubierto por la cuenca del Amazonas, por lo que el menú de Taha abarcará un amplio abanico de platillos, como el paiche y el carancho, y destacará las técnicas culinarias amazónicas, como el lampe, un método tradicional de lactofermentación del jugo de yuca. Una vez que se revele el calendario de celebraciones de 2025 en honor del bicentenario de La Paz, habrá aún más razones para reservar por fin ese vuelo.
 
Región de Magallanes, Chile
 
Lo mejor: Las nuevas rutas de senderismo en la costa, un acceso más sencillo a cruceros, su legado marítimo.
 
Los viajeros que anhelen la naturaleza salvaje y la tradición náutica encontrarán exactamente eso en Magallanes, una región poco poblada de Chile, en el extremo más remoto de Sudamérica. La capital regional de Punta Arenas –con una población aproximada de 100,000 habitantes– no suele ser más que una parada fugaz en la ruta hacia el Parque Nacional Torres del Paine, al norte, o hacia la Antártida, al sur. Pero con otro nuevo parque en perspectiva, alojamientos en expansión y escalas de cruceros más fluidas en 2025, los turistas querrán explorar esta ciudad histórica y sus seductores alrededores.
 
Marcado por una estepa verde y elegantes cursos de agua, Magallanes, azotado por el viento, parece incluso menos visitado que el vecino sur de Argentina, y su fauna es abundante: imagínate un safari patagónico con guanacos juguetones, ñandúes como avestruces, cóndores reales y pingüinos barbijos. En el segundo semestre de 2025, se abrirán las primeras rutas de senderismo en el Parque Nacional Cabo Froward, de 120,000 hectáreas, el parque nacional más nuevo de Chile, a menos de una hora en auto al suroeste de Punta Arenas. Observa el singular huemul de Chile, el puma sigiloso y, de noviembre a abril, las ballenas jorobadas que surcan el Estrecho de Magallanes. Hasta entonces, considera navegar por la costa a bordo de un catamarán para 120 personas con Solo Expediciones.
 
Llamado así por el explorador portugués que navegó por el estrecho, Magallanes atrae a marinos y naturalistas desde hace siglos. Los aficionados a la historia se deleitarán con el museo marítimo de Punta Arenas y las réplicas a tamaño real de los famosos galeones europeos que navegaron hasta estas remotas costas. Los amantes de los cruceros modernos apreciarán la ampliación del muelle que se inaugurará a finales de 2025, lo que significa que los barcos grandes ya no tendrán que echar el ancla en alta mar y transportar a los pasajeros por mares rocosos. Si te alojas en la costa, el emblemático hotel Cabo de Hornos, en la frondosa plaza de la ciudad, se amplió con una impresionante torre nueva de 70 habitaciones en noviembre de 2024, perfecta para los viajeros que deseen un acceso fácil al Faro Lounge del hotel, donde las mesas se cubren con raciones de pisco sours, jugoso cordero y cangrejo real cada noche, mientras las historias de Charles Darwin y el explorador antártico Ernest Shackleton llenan el aire.
 
Amazonía del Perú
 
Lo mejor: Las embarcaciones fluviales, las estancias en cabañas sobre los árboles y las experiencias cercanas con la vida salvaje.
 
El sitio arqueológico Machu Picchu –cuyo verdadero nombre es otro– acapara la mayor parte de la atención, pero más del 60% de Perú está cubierto por la selva amazónica. Es aquí, en los pulmones de nuestro planeta, donde encontrarás nuevas aventuras para planificar un viaje en 2025. Embarcándose en su viaje inaugural en junio de 2025 desde el centro de Iquitos, Pure Amazon, un elegante barco fluvial para 22 pasajeros del operador de viajes de lujo Abercrombie & Kent, promete vistas de caimanes, perezosos y enormes anacondas a través de ventanas panorámicas de pared a pared y excursiones envolventes. Diseñado por la arquitecta milanesa Adriana Granato en colaboración con artesanos del lugar, el primer barco fluvial de A&K en Latinoamérica pretende rendir homenaje a las culturas locales y ofrecerá a bordo tratamientos de bienestar inspirados en las prácticas curativas amazónicas. AndBeyond también planea hacer flotar a sus huéspedes por las aguas amazónicas con su nuevo yate de expedición fluvial, cuya puesta en marcha está prevista para principios de 2026. Aunque se han anunciado pocos detalles, el presidente ejecutivo y CEO, Joss Kent, declara que “la diversidad biológica de la Amazonía del Perú la convierte en el destino ideal para nuestra marca de turismo de lujo sostenible”, , por lo que estaremos atentos.
 
En tierra, la primera casa del árbol de lujo de Perú, el Alta Sanctuary de Tamandua Expeditions, se inauguró por completo en enero de 2024. Se eleva a más de 30 metros sobre el follaje de la selva amazónica, cerca de la frontera con Bolivia, y es una base espectacular para la observación de aves y los paseos por la selva dirigidos por guías indígenas. Llegar allí es la mitad de la diversión: Está a cuatro horas en jeep y barco desde el aeropuerto de Puerto Maldonado. O pasa una noche entre la gran orquesta de sonidos de la vida salvaje del Amazonas en la torre observatorio del operador de viajes regenerativos 700,000 Heures Impact, sobre el bosque nuboso de la Cordillera Escalera, cerca de Tarapoto. Aunque la base de operaciones para las estancias de cinco días suele ser una cabaña cerrada, los huéspedes tienen la oportunidad de pasar una noche en la torre, a la que se llega tras una caminata de 45 minutos a través de la selva, y prepararse para una cena a la luz de las velas con los gorjeos y trinos de la selva como soundtrack, antes de pasar la noche en la plataforma para dormir al aire libre –mosquitero muy incluida–.
 
Santa Marta, Colombia
 
Lo mejor: El patrimonio afrocolombiano, las deslumbrantes rutas de cruceros y las fiestas culturales.
 
En una bahía frente al espumoso mar turquesa del Caribe se encuentra la ciudad más antigua de Colombia, Santa Marta. Fundada en 1525, celebrará el gran hito de su 500 aniversario en 2025. Los eventos se prolongarán durante tres semanas, con festivales gastronómicos y musicales y exposiciones culturales indígenas que celebrarán el diverso, e incluso rebelde, patrimonio de la región: Santa Marta es el lugar de La Ramada, la comunidad residente donde una revuelta de africanos esclavizados contra los españoles dio lugar a una ciudad libre, llamada palenque, en 1529 –más de 300 años antes de que se aboliera la esclavitud en el país. Hoy en día, elementos de la cultura de Santa Marta se han construido sobre estas raíces africanas, desde los sonidos musicales de la cumbia hasta platillos como el cayeye, hecho con puré de plátano verde.
 
Apodada la “Perla del Caribe”, Santa Marta rebosa también de maravillas naturales. Un intrincado entramado de lagos pantanosos y ensenadas a los pies de la cordillera costera más alta del mundo, la Sierra Nevada de Santa Marta, sirve de puerta de entrada a algunos de los paisajes naturales más impresionantes del país. El Parque Nacional Natural Tayrona, accesible en menos de una hora en barco o en auto, también posee una historia humana que se remonta a 500 años atrás: Es el hogar ancestral de cuatro comunidades indígenas –los Kogi, los Arhuaco, los Wiwa y los Kankuamo– que siguen siendo administradores activos de la tierra gestionando el parque en colaboración con el gobierno local. Aquí chocan la tierra y el mar, con bosques nubosos suspendidos en las tierras altas, perfectos para el senderismo, y formaciones de manglares y coral a lo largo de la costa, listas para explorar en barco.
 
Aprende más sobre la armonía entre los humanos y la naturaleza en las faldas de las montañas, a través de experiencias con empresas turísticas de propiedad indígena como Wiwa Tour, que ofrece interacciones respetuosas con grupos ancestrales. Pero si te alojas cerca del centro de la ciudad, Bello Horizonte y Playa Blanca son dos de las playas colombianas con bandera azul, reconocidas como tales por sus condiciones prístinas y su compromiso con la conservación. Con toda esta oferta, no es de extrañar que Seabourn haga escala en Santa Marta dos veces en 2025: el Ovation pasará por allí en febrero de 2025 como parte de un itinerario de 14 días por el Caribe, y el Sojourn hará escala en diciembre de 2025, en un crucero de 22 días por el Canal de Panamá.
 
Sur de Belice
 
Lo mejor: Las experiencias en la selva, ahora más accesibles gracias a la mejora de las conexiones aéreas.
 
Los deslumbrantes arrecifes y cayos de Belice reciben una afluencia casi constante de visitantes, pero para los que buscan caminos menos transitados, las Montañas Mayas y la selva virgen que las rodea parecen un secreto que hay que desvelar. En esta parte del país, Punta Gorda, un pueblo pesquero en plena costa caribeña que cuenta con unos 5,000 residentes permanentes, actúa como eje central. En 2025, Copal Tree Lodge –el lujoso alojamiento ecológico de 17 suites que se ha convertido en uno de los mayores destinos de agroturismo de Belice y en una puerta de entrada a la parte más meridional del país– celebra su vigésimo aniversario. Fundado por un ávido conservacionista marino, este hotel ofrece acceso a más de 6,000 hectáreas de selva tropical protegida y utiliza los dólares del turismo para combatir la deforestación y el desarrollo excesivo en las regiones vecinas. Las suites con dosel estilo casa en el árbol sumergen a los huéspedes en la vida salvaje de la selva: Se ven tucanes y monos aulladores desde las regaderas con ventanas panorámicas y desde los porches con mosquitera mientras te tomas el café de la mañana. A pesar de parecer un lugar aislado, Copal Tree es una vía de ingreso a la cultura y los aspectos culinarios más destacados de Belice; organiza cenas temáticas para dar a conocer las diversas comunidades garífunas, mayas y de las Indias Orientales de la región, y ofrece la oportunidad de participar en la cosecha de caña de azúcar para el ron Copalli, que se produce en su destilería local.
 
Copal Tree marca una pauta que otros han seguido: Tanager Rainforest Lodge, más hacia el interior, en Big Falls, tiene cabañas de paja y madera dura que sitúan a los huéspedes junto a una de las rutas migratorias más importantes para las aves de Norteamérica y Sudamérica, y a poca distancia en coche de ruinas mayas como Nim Li Punit y Lubaantun, y del Santuario de Vida Silvestre Agua Caliente Luha, donde los viajeros practican senderismo, visitan cuevas y se sumergen en las aguas termales. Para quienes busquen pasar más tiempo junto al océano, Beya Suites es un hotel boutique de 10 habitaciones con muebles de madera de la zona, y está a poca distancia a pie del mercado y de los bares locales junto a la playa.
 
¿Y si te sientes inclinado a responder al llamado de los cayos más famosos de Belice, al norte? El frenesí hostelero de las grandes marcas continúa, con otro año de aperturas deslumbrantes: Six Senses y Four Seasons son solo dos de los recién llegados en 2025 a Cayo Ambergris y Cayo Chapel, respectivamente. Los nuevos vuelos pretenden apoyar la infraestructura de los nuevos complejos turísticos que se están instalando: United lanzó un vuelo estacional sin escalas el 21 de diciembre de 2024, de San Francisco a Ciudad de Belice, facilitando la entrada y salida del país, dondequiera que elijas explorar en el intervalo.
 
Costa del Vino de Uruguay
 
Lo mejor: Los vinos blancos y rosados, que se degustan en nuevas salas de cata y restaurantes junto al mar.
 
La alabada pero poco conocida escena vinícola uruguaya está a punto de causar sensación con la apertura de Las Espinas, la nueva sucursal de la Bodega Bouza, productora de vinos de Montevideo galardonada en varias ocasiones. Este llamativo destino situado en lo alto de una colina está a un corto trayecto en auto de las playas de Punta del Este, lo que añade un motivo más para visitar la moderna riviera uruguaya. Después de recorrer las instalaciones de producción de vino con tejado de cobre, los visitantes pasan una tarde tranquila en el restaurante adyacente, con paredes de cristal, deleitándose con carnes locales a la parrilla y vinos de la casa, todo ello con vistas a los eucaliptos y las olas del Atlántico.
 
Bouza, fundada hace más de dos décadas en el emplazamiento de un viñedo abandonado al norte de la capital uruguaya, se une a un puñado de bodegas boutique que han llegado a la costa oriental en los últimos años, como Bodega Cerro del Toro, Luz Culinary Wine Lodge y Bodega Oceánica José Ignacio. Las brisas marinas y las colinas rocosas de la zona dan lugar a vinos blancos y rosados vigorosos que rivalizan con los de Europa o California. Estas variedades más ligeras, sobre todo Albariño y Sauvignon Blanc, añaden frescura a la línea de vinos tintos tánicos que Uruguay produce desde hace más de un siglo. Si te quedas con ganas de más, desvíate unos 65 km hacia el interior, a Pueblo Garzón, un minúsculo poblado rural con un hotel deliciosamente rústico y una bodega cercana, la Bodega Garzón, que ha llamado la atención por sus elegantes instalaciones y sus exquisitos vinos.
 
Y para los viajeros que quieren recorrer el planeta entero, también tenemos nuestra lista definitiva de los mejores lugares del mundo para visitar en 2025.