Martes 21 de Enero de 2025 | Aguascalientes.

¿Cómo establecer límites si eres una persona complaciente?

GQ | 02/01/2025 | 13:17

¿Cómo establecer límites? Todos hemos escuchado este consejo de salud mental en innumerables ocasiones, y lo hemos visto aparecer en nuestros feeds a través de citas inspiradoras, y por una buena razón los límites son una forma importante de autocuidado. Crear reglas sobre lo que aceptarás -y lo que no- de otras personas, y trazar otras líneas emocionales para, sí, proteger tu paz, te mantiene a ti y a tus relaciones felices y sanas. Pero decir que no, no siempre es tan sencillo, sobre todo para los complacientes en recuperación.
 
Es demasiado fácil responder de mala gana "¡Claro!" a un viaje de amigos al que no quieres ir porque tu amigo no deja de suplicarte, o aceptar ayudar a tu vecino a mudarse a su nueva casa al otro lado de la ciudad. La tendencia a anteponer a los demás a nosotros mismos generalmente se debe al miedo a decepcionarlos, explica la doctora Annia Raja, psicóloga clínica residente en Los Ángeles.
 
Tal vez te preocupa que se enojen contigo, como resultado te obligas a gastar tiempo y energía con cosas que te agotan para evitar conflictos o ganarte la aprobación de alguien, incluso porque crees que es una forma de evitar pelear sin sentido con tu pareja. Reprimir tus verdaderos sentimientos sólo te lleva al agotamiento, resentimiento e infelicidad, menciona la doctora Raja.
 
La única persona que puede defender tus intereses eres tú, y hacerlo no tiene por qué darte miedo ni suponer una confrontación. Si ponerte a ti primero te parece poco familiar o “egoísta”, considera darle una oportunidad a estos consejos.
 
1. Pregúntate ¿realmente quiero hacerlo?
 
Antes de aceptar seguir siendo amigo de esa cita que salió mal o insistir en que "no pasa nada" si tu roomie se comió tus huevos otra vez sin preguntarte, tómate un minuto o dos para preguntarte a ti mismo ¿Realmente quieres seguir en contacto con esa persona o sólo estás siendo "amable" para evitar la incomodidad?, ¿Realmente no te importa que tu roomie haya tomado tu compra sin permiso, o estás dudando en sacar el tema porque podría provocar una gran pelea?
 
"Las personas que complacen a los demás aprendieron a ignorar sus propios sentimientos y preferencias, llevará un tiempo reconectar", explica la doctora Shira Schuster, psicóloga clínica del Williamsburg Therapy Group de Nueva York. Ahí es donde puede ser útil un momento de autorreflexión. Hacer una pausa para evaluar lo que quieres, y lo que no quieres, es un buen comienzo para saber si estás genuinamente de acuerdo con algo o simplemente tratando de satisfacer a otra persona.
 
2. Formula tu “no” de forma más positiva
 
Después de tu pequeña autoevaluación, tal vez decidas que definitivamente no quieres pasar el sábado de acampada en un bosque sucio, por ejemplo, o ir a un concierto de un cantante al que apenas escuchas. El siguiente paso es averiguar cómo ser asertivo sobre tu elección, lo que puede ser difícil con alguien que te importa como un amigo pegajoso pero bienintencionado o un padre un poco autoritario.
 
La doctora Raja afirma que sobre todo con tus seres queridos deberás establecer y defender tus no negociables. Si, por ejemplo, prefieres quedarte con tu familia cinco días en lugar de las dos semanas que te propusieron, puedes decir algo como: "Te agradezco mucho la invitación pero no puedo quedarme tanto tiempo", ya que es más fácil para ellos aceptar, y para ti dar, una noticia decepcionante si la expresas con gratitud.
 
Del mismo modo, si tu mejor amigo te presiona para que vayas a un bar, a pesar de que no te gusta beber, puedes responderle con amabilidad y sin rodeos: "Eres muy amable por pensar en mí pero hoy no puedo ir". Según la doctora Raja, un enfoque de este tipo indica que estás dispuesto a pasar tiempo con ellos pero en tus propios términos.
 
Ambas expertas recomiendan no dar respuestas vagas como "No estoy seguro pero puedo intentarlo". "Es mejor ser firme y claro desde el principio porque dar excusas o ser impreciso puede causar una confusión innecesaria y arruinar tu intento de establecer límites", menciona la doctora Schuster. "Recuerda: El mensaje debe comunicarse con amabilidad, pero también sin ambigüedades."
 
3. Límites digitales
 
Aunque hagas todo lo posible por establecer tus límites con amabilidad, "poner límites" puede parecer un gran anuncio dramático. ¿Quién no estaría ansioso por defenderse de su intenso jefe? ¿Cómo no sentirse culpable al decirle a un amigo que sus sesiones de desahogo te están quitando el sueño?
 
En este tipo de situaciones, los límites digitales son una forma revolucionaria de defenderte sin enfrentarte ni hablar directamente con nadie. En el primer ejemplo, en lugar de decirle a tu jefe que te vas a desconectar a las 5 en punto, la doctora Raja sugiere poner en pausa las notificaciones de correo electrónico después de las horas de trabajo. Mejor aún, considera borrar temporalmente aplicaciones como Gmail, Slack y Teams los fines de semana para comunicar que estás priorizando el equilibrio entre la vida laboral y personal, sin decirlo directamente.
 
Y con respecto a tu amigo, la doctora Raja recomienda poner el teléfono en modo No molestar siempre que necesites un descanso. De esta forma no tendrás que decir sin rodeos que estás demasiado cansado para oírlo hablar de su ex otra vez y entienda que no estás disponible.
 
4. Anota tiempo de inactividad en tu agenda
 
Al igual que haces reservaciones para ir a cenar o para reuniones de trabajo, también vale la pena reservar tiempo para ti. Puedes sentirte incómodo si te invitan a algún lado en tu tiempo libre y tu única excusa es que no te quieres, sin embargo, cuando haces del tiempo libre una parte habitual de tu rutina, te estás enviando un mensaje claro: Tu espacio personal es tan valioso como cualquier otro compromiso. Piénsalo como que en realidad sí tienes planes, planes para desconectar con un libro, ver Netflix o simplemente relajarte en la cama. Necesitas de tiempo libre para ser feliz.
 
Reservar un miércoles de 19 a 21 horas para el "cuidado personal" puede parecer extraño al principio pero según la doctora Schuster, se trata de tener el hábito de darnos prioridad a nosotros mismos y nuestros intereses. Con el tiempo esto puede hacer que sea más fácil reconocer que querer simplemente descansar son razones perfectamente válidas para rechazar planes.
 
5. No dejes que los prejuicios te impidan anteponer tus necesidades
 
Ojalá pudiéramos prometerte que si te haces estos consejos te recibirán con los brazos abiertos pero por desgracia no siempre es así. Puede que tu jefe reaccione de forma pasivo-agresiva cuando dejes de responder a sus mensajes nocturnos o que tus padres te acusen de "hacerlos a un lado" cuando les pidas tiempo para ti en unas agotadoras vacaciones familiares.
 
"Las personas complacientes han enseñado a los demás a esperar que digan que sí, pase lo que pase, así que cuando se defienden puede que al principio reciban un rechazo por dejar de ser tan complacientes", explica la doctora Schuster. Pero cuando surja esta resistencia recuerda que "Puede que decepcionemos a la gente en la vida, igual que otros nos decepcionan a nosotros", menciona la experta, "Pero si de verdad quieres ser feliz, tienes que encontrar un equilibrio entre cuidar de los que te rodean y seguir cuidando de ti mismo".