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¿Por qué las personas tienden a victimizarse? Esto dice la psicología

GQ | 02/01/2025 | 13:07

Las personas tienden a victimizarse desde hace muchos años, a lo largo de todo el mundo. De hecho, esta conducta está detrás de algunos fenómenos históricos como guerras de poder, jerarquías sociales y más, haciéndose parte casi inherente de nuestras sociedades, en las que hay relaciones de víctima y victimario que en muchos casos dictan privilegios y desventajas socioeconómicas, pero que también se alimentan de la tendencia de la gente a victimizarse para poder sustentarse.
 
Por otro lado, el victimizarse puede entenderse como una personalidad en la que alguien suele sentirse como una víctima de sus circunstancias, como si estas estuvieran fuera de su control o lo sobrepasaran, incluso cuando en muchos casos, somos nosotros mismos quienes determinamos nuestro contexto.
 
En este sentido, las personas que suelen victimizarse culpan de manera reiterada a los demás de lo que les ocurre, como una forma de manipulación emocional, y de forma inconsciente o consciente se desvinculan de su responsabilidad ante sus actos y señalan a los demás por lo que sucede a su alrededor.
 
Robert B. Horwitz, profesor de comunicación de la Universidad de California, en San Diego, enlista las siguientes causas como detonantes del porqué algunas personas tienden a victimizarse.
 
Elitismo moral
 
De acuerdo con el experto, las personas pueden victimizarse por una sensación de “elitismo moral”, en el que consideran que sus propios valores y creencias son superiores a los de los demás. Así, si algo no sale como esperaban, es usual asumir que se debe a una discrepancia de ideales en la que el otro está equivocado.
 
Poca empatía
 
La poca capacidad de una persona para considerar las emociones del otro o tomar en cuenta su perspectiva respecto a lo que ocurre también contribuye a que las personas se victimicen. De forma similar, esto sucede cuando alguien aprovecha el conocimiento de las debilidades del otro para atacarlo con ellas.
 
Obtener atención
 
Una de las razones principales por las que las personas tienden a victimizarse es la necesidad de obtener atención y apoyo emocional. En muchas culturas, la empatía hacia quienes sufren es un valor central, y las personas que se presentan como víctimas suelen recibir consuelo, ayuda y atención de su entorno. Esto puede ser particularmente atractivo para quienes sienten que no reciben suficiente afecto o reconocimiento en su vida diaria. Aunque la necesidad de apoyo emocional es natural, la constante búsqueda de atención a través de la victimización puede convertirse en un patrón disfuncional.
 
Evasión de la responsabilidad
 
Otra razón común para la victimización es el deseo de evitar la responsabilidad por los errores o fracasos personales. Adoptar el rol de víctima permite a las personas desviar la culpa hacia factores externos, como las acciones de otros, las circunstancias o incluso la "mala suerte". Este es también un mecanismo de defensa psicológico que protege temporalmente la autoestima, ya que evita confrontar los propios defectos o malas decisiones. Sin embargo, a largo plazo, esta postura puede limitar el crecimiento personal.
 
Factores psicológicos subyacentes
 
Desde una perspectiva psicológica, la tendencia a victimizarse puede estar vinculada a trastornos como el trastorno de personalidad histriónico o el trastorno de personalidad dependiente. En estos casos, la victimización puede ser una forma de lidiar con una baja autoestima, un sentimiento crónico de inseguridad o una necesidad constante de validación externa.
 
Influencias culturales y sociales
 
Las normas culturales y sociales también juegan un papel importante en la tendencia a victimizarse. En algunas sociedades, el estatus de víctima puede estar asociado con privilegios, exenciones de responsabilidades o una mayor consideración social. Además, los medios de comunicación y las redes sociales han amplificado esta dinámica, al proporcionar una plataforma donde las personas pueden compartir sus historias de sufrimiento y recibir comentarios de apoyo de una audiencia global. Si bien esto puede ser positivo para generar conciencia sobre problemas reales, también puede incentivar un uso desmedido del discurso de victimización, donde no todos son conscientes de la responsabilidad detrás del mismo.
 
Modelos de aprendizaje y experiencias tempranas
 
El comportamiento de victimización también puede ser aprendido durante la infancia. Los niños que crecen en entornos donde las figuras de autoridad utilizan constantemente el papel de víctima para manipular pueden internalizar este patrón como una estrategia efectiva. Asimismo, aquellos que han sido realmente víctimas de abuso o negligencia en su infancia pueden adoptar esta postura como una forma de procesar sus experiencias y relacionarse con el mundo.
 
Zona de confort emocional
 
Aunque suene irónico, algunas personas encuentran consuelo en el papel de víctima porque les permite permanecer en su zona de confort emocional. Admitir que tienen el poder de cambiar su situación implicaría enfrentarse a nuevos retos y asumir riesgos. La victimización, en cambio, puede ofrecer una sensación de seguridad al evitar la necesidad de tomar decisiones difíciles o de enfrentar el miedo al fracaso.