El ministro de la Suprema Corte de Justicia, Alberto Pérez Dayán, sostuvo una reunión privada con la presidenta Claudia Sheinbaum pocos días antes de la sesión del 5 de noviembre en la que el Alto Tribunal validó la controvertida reforma judicial que establece la elección de jueces mediante voto popular. Fuentes del Senado, de la presidencia y de la Corte confirmaron al diario El País el encuentro, en el que el ministro, acompañado por el senador Adán Augusto López, habría adelantado a Sheinbaum el sentido de su voto y comprometido su apoyo.
El respaldo de Pérez Dayán fue decisivo en la votación, que concluyó 7-4 a favor de la reforma. La postura del ministro sorprendió al bloque opositor en la Corte, que esperaba su alineación con los críticos de la iniciativa, quienes buscaban preservar la independencia judicial. Pérez Dayán se sumó al voto de las ministras Yasmín Esquivel, Lenia Batres y Loretta Ortiz, usualmente afines al oficialismo.
Según relatos compartidos por Adán Augusto López con legisladores de Morena, la reunión fue solicitada por el propio ministro, quien buscaba un acercamiento con Sheinbaum. Durante el encuentro en Palacio Nacional, Pérez Dayán reafirmó su voto favorable a la reforma, argumentando congruencia con sus criterios previos. Adán Augusto, conocido operador político del oficialismo, gestionó el encuentro y aseguró que no hubo presiones ni acuerdos indebidos.
La reforma judicial, defendida por Morena como una herramienta para democratizar el Poder Judicial, ha generado amplias críticas por considerarse un intento de someter a los jueces al control político. La oposición y parte del gremio judicial acusan al Gobierno de instrumentalizar a la Corte para consolidar su poder.
El voto de Pérez Dayán desató tensiones internas en el Tribunal. Fuentes cercanas señalan que algunos ministros lo han señalado como traidor por haber roto acuerdos previos con el bloque mayoritario opositor a la reforma. Antes de la sesión decisiva, el grupo de ocho togados críticos al oficialismo había mostrado unidad, incluso posando juntos en una fotografía que simbolizaba su firmeza ante la presión política.
En contraste, Pérez Dayán ha sido celebrado por el oficialismo como un héroe inesperado. Sin embargo, su decisión ha generado cuestionamientos públicos y protestas en su contra, como ocurrió en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde fue increpado por manifestantes que lo acusaron de ser cautivo de Morena.
Adán Augusto López, coordinador de Morena en el Senado, ha reivindicado su papel en las negociaciones que aseguraron el voto de Pérez Dayán y otros avances en el pleno de la Corte. Según su versión, también logró que el Tribunal adoptara el criterio de mayoría calificada de ocho votos para validar reformas constitucionales, en lugar de seis, como proponían algunos togados.
La reunión secreta, así como los supuestos intentos de Pérez Dayán por buscar un acomodo en el nuevo escenario político, reflejan el impacto de los cambios en el equilibrio de poder en México. Mientras el oficialismo celebra la aprobación de la reforma judicial, los críticos advierten que la independencia del Poder Judicial está en riesgo.
El desenlace de esta disputa, así como el futuro de Pérez Dayán en un entorno judicial y político cada vez más polarizado, aún están por definirse.
