En Querétaro la escalada de precios este año no esperó la cuesta de enero, e inició desde la temporada navideña, con aumentos en los costos de productos como botanas, galletas, cervezas y cigarrillos.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), dio a conocer que, en esta temporada, previa a la cuesta de enero, el desfile de aumentos de precios continúa.
Explica que, de acuerdo con el monitoreo de mercado que realizan de manera permanentes, en el segmento de botanas, Sabritas y Barcel reportan aumentos que van desde $1.00 hasta $3.00 en algunas de sus presentaciones.
También detectaron que la leche Sello Rojo aumentó también su precio en promedio $1.00 por litro y leche Lala $1.50; los productos de Gamesa aumentaron entre $1.00 y $2.00; la cerveza de 355 mililitros de vidrio aumentó entre $1.25 y $1.70 por unidad dependiendo la región y el lugar en donde se adquiera y la cajetilla de cigarros Marlboro aumentó $5.00.
“Desde alimentos básicos, como leche y pan, hasta productos complementarios, el alza en los precios pone de manifiesto la difícil situación económica por la que los consumidores se las verán este cierre del año e inicio del próximo”, expuso.
Y añadió que otro factor que enfrentamos, que promueve el alza de precios, es la inseguridad; “de forma lamentable, hoy en día la violencia priva en más de dos tercios del territorio nacional”, comentó el presidente de ANPEC.
Cuauhtémoc Rivera señaló que, en los estados de Aguascalientes, Zacatecas, Guanajuato, Hidalgo, Querétaro, Puebla y Morelos, el Bajío y centro del país, los comerciantes “enfrentan una violencia cotidiana, soterrada y sobre todo normalizada”.
Explica que, por regiones, los pequeños comerciantes de Culiacán, Sinaloa, y sus alrededores desean una feliz Navidad y que la guerra que viven termine, lo mismo que los jornaleros de limón y aguacate de Michoacán, quienes además piden que paren las extorsiones que sufren.
“No se quedan atrás los pequeños comerciantes y los pueblos de Guerrero, particularmente de Acapulco y alrededores, que no se recuperan aún de los huracanes y de la espiral de violencia que han provocado al no haber actividad turística y fuentes de trabajo”.
En el caso del Estado de México, los asaltos se extienden en los puntos de venta, las calles y transporte público; mientras que, en Baja California Norte, Sonora, Chihuahua, Durango, Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León, el norte de México, así como en Tabasco, Campeche y Chiapas se ven agobiados por la disputa de “plaza” entre los carteles. también.