En una acción poco usual digna de una película de acción, dos jóvenes ladrones que acababan de asaltar un negocio en la avenida de Los Pinos, en Soledad de Graciano Sánchez, fueron alcanzados por la justicia popular.
Tras cometer el atraco y emprender la fuga en una motocicleta, los delincuentes pensaron que habían logrado salirse con la suya.
La alerta vecinal corrió más rápido que ellos. En cuestión de minutos, un grupo de personas, cansadas de la inseguridad, los interceptó y les propinó una golpiza.
La motocicleta, terminó también siendo la víctima principal de la indignación colectiva; fue incendiada.
Envuelta en llamas, el vehículo quedó reducida a cenizas, mientras los vecinos miraban el acto como una advertencia para otros malhechores.
Al lugar llegaron agentes policiales para controlar la situación y trasladar a los jóvenes, quienes apenas podían sostenerse en pie, a las instalaciones correspondientes. Aunque su intento de robo no quedó impune, también quedó claro que la comunidad ya no está dispuesta a tolerar actos delictivos en su territorio.