Lunes 23 de Diciembre de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

¿Será 2024 el inicio de la crisis de Morena?

José Luis Solís Barragán | 22/12/2024 | 20:23

SI UNO CONSIDERA LA HISTORIA DE los partidos políticos desde el surgimiento del Estado moderno mexicano, encontramos que la hazaña de Morena solo es equiparable a lo logrado por el PRI y sus antecesores PNR y PRM; ambos construyeron una fuerza sólida, se consolidaron con legitimad social y mientras uno construyó unas instituciones que se adecuaran a su pensamiento político, el segundo logró una colonización de órganos que garantizara la uniformidad política que se había roto con la transición.
 
EL PRI SE FUNDÓ BAJO LA LÓGICA de la uniformidad de la ideología revolucionaria, la legitimidad no residía en la persona, sino en la ostentación de la fuerza que dotaba “la silla del águila”, el partido garantizaba un sistema de escalonamiento fundado en la lealtad y sumisión; si bien el presidente era el centro del sistema político, los gobernadores fungían como jefes políticos propios de un movimiento revolucionario.
 
MORENA POR SU PARTE estableció principios básicos que permitían fácil adhesión, pero difícil cumplimiento para la clase política: “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”, la legitimidad social no residía en principios ideológicos, sino en un lema que se repetía a los cuatro vientos: “primero los pobres”; y su centro de decisión no era el jefe de las instituciones, sino el liderazgo moral de Andrés Manuel López Obrador, poder que no se compartía ni con la sucesión.
 
ES IMPORTANTE MATIZAR LAS diferencias entre ambos institutos políticos, ya que si bien es cierto Morena pretende una hegemonía política, la realidad es que las condiciones son diferentes, no sólo por los tiempos, por la semilla democrática de nuestra época, la velocidad con la que se mueve el mundo, la globalización; sino que además mientras el PRI migró de un México de caudillos al de instituciones; en Morena se pretende una apología de la figura personal como eje de la vida pública.
 
Y JUSTO ESTA ÚLTIMA DIFERENCIA es la causa principal de que el movimiento que encabeza la autodenominada “cuarta transformación del país”, enfrente una crisis seria a solo unos meses de que le expresidente López Obrador abandonase Palacio Nacional, es decir, si toda la adhesión no es ideológica o coincidencia de pensamiento político, sino conveniencia y subordinación a un hombre, la falta de visibilidad de este abre la puerta a la fragmentación.
 
IDEOLÓGICAMENTE MORENA FUE desde su origen muy laxo, no podemos catalogarlo como un partido de derecha o de izquierda, ni conservador o liberal; pero previo al año electoral del 2018 se convirtió en muchos sentidos en una especie de recolector de políticos, a los cuales el único requisito que se les exigía era ofrecer lealtad, pero esta no se debía al partido o al movimiento, la lealtad era con su liderazgo.
 
DESDE EL 2018 EL GRAN pendiente de Morena era su consolidación como partido político, era que sus liderazgos que habían crecido como oposición, se asumieran como gobernantes; que la diversidad ideológica de sus integrantes se homogeneizara; y que se encontraran puntos de unidad más allá de la simple ambición por hacerse o conservar el poder.
 
SEIS AÑOS DESPUÉS, EL PARTIDO no logró su consolidación como instituto político, su diseñador no le dotó de libertad suficiente, sin duda alguna lo convirtió en una máquina electoral inigualable, pero sin vida propia, y la sucesión del Poder Ejecutivo no cambiaría el liderazgo real de quien había hecho apología de sí mismo.
 
HOY CLAUDIA SHEINBAUM ESTÁ pagando facturas de ese diseño unipersonal, hoy Morena no solo no logra consolidarse, sino que le están creciendo monstruos que debilitan más el liderazgo de quien dicen, fue la depositaria del bastón de mando, y a ello se suma que se pone en duda la capacidad de control de aquella bestia que ellos mismos crearon al hacer una súper mayoría legislativa que avanza como caballo desbocado.
 
RICARDO MONREAL Y ADÁN Augusto son coordinadores de las bancadas de Morena en la Cámara de Diputados y Senadores respectivamente, su lealtad, si es que la conservan, es con Andrés Manuel, sus egos son muy grandes y sus ambiciones mayores; la pelea entre ambos no es un tema menor, ni tampoco está sobredimensionado, simplemente es una muestra de la fractura que puede poner en duda el poder de Claudia y que a la puerta se encuentra una posible crisis por el crecimiento de liderazgos que pretendan imponerse y que en su lucha por hacerse de poder, sean capaces de sacrificar incluso aquello que tanto lucharon por construir.
 
LA GRAN CRISIS DEL PRI SE detonó en 1994 cuando Manuel Camacho Solís se reveló ante la sucesión presidencial… ¿Será que en pleno 2024 Morena empiece su crisis derivada del conflicto de los coordinadores parlamentarios que empiecen a patear bajo la mesa?
 
LA FOTO CON LA QUE SE QUIERE cerrar este capítulo muestra la falta de unidad del movimiento y lo que es peor, es la duda que deja si la persona encargada de la conciliación logró una imagen, pero ¿Acaso habrá logrado disciplinar a quienes han dado muestras de estar defendiendo intereses que no se encuentran alineados con Palacio Nacional?