La situación del sector náutico en Acapulco es grave y preocupante para todos sus integrantes, ya que a más de un año y dos meses del devastador huracán Otis no ha podido recuperarse y ha comenzado la temporada decembrina, la más importante de todo el año.
A decir de los prestadores de servicios náuticos de este destino turístico, la recuperación ha sido muy lenta debido a diversos factores, por lo que solo el 30 % de las más de 500 embarcaciones ha podido recuperarse, tanto de la parte privada, particular y de servicio.
Las imágenes son claras, playas invadidas por embarcaciones que están siendo reparadas, sin importar el daño ocasionado al mar y a la fauna, mientras que otras siguen encalladas en las piedras o en la arena de las playas.
Otras más siguen en el fondo del mar, sin que alguna autoridad indique que sean retiradas ya sea por la contaminación o para dar una mejor imagen para el destino turístico, mientras los turistas no pueden ingresar a nadar por los químicos y desechos utilizados.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercios y Servicios Turísticos (Canaco Servytur), Alejandro Martínez Sidney, aseguró que la recuperación de este sector en el área turística es la más retrasada, con grandes problemas operativos, carencias en equipos, embarcaciones, muelles y espacios para poderlas reparar.
"Necesitamos un programa integral de financiamiento a las cooperativas, a los propietarios de estas embarcaciones que lo perdieron todo, o sea buscar planes, acercarle proveedores que tengan conexiones con estas grandes marcas de embarcaciones que tienen que darle un servicio con seguridad y un servicio que tenga el mantenimiento, infraestructura adecuada porque estas embarcaciones requieren de un alto mantenimiento", afirmó.
En Acapulco son más de 1.200 personas las que viven y están relacionadas con el turismo náutico.
Este es el caso de Jondalar Castillo Ledezma, un joven empresario que en el pasado huracán perdió cuatro embarcaciones y varios millones de pesos.
Ahora ha podido recuperar dos de ellas y comenzar a trabajar, incluso recuerda que fue a los pocos meses.
Además, sostuvo que todos han sido resilientes porque los empresarios han sido "unos guerreros", pues afirmó que son quienes hasta este momento siguen trabajando y echando a andar sus yates de pesca, recreo o simplemente sus lanchas de fondo de cristal.
"Son pérdidas millonarias y es muy complicado porque la inversión es muy fuerte, nosotros pudimos levantarnos muy rápido, Otis ocurrió en octubre y nosotros ya estábamos trabajando en diciembre, éramos de los poquitos que trabajábamos, porque afortunadamente con nuestras estrategias financieras pudimos apalancarnos y adquirir las embarcaciones con las que contamos ahorita, motores y créditos, porque teníamos esos mecanismos, pero la mayoría de la gente no los tenía", señaló.
También reconoció que el huracán Otis fue devastador, impactando el puerto como categoría 5, la más alta, y destruyendo a su paso todo, incluido muelles, tantos fijos como flotantes.
El también empresario Martínez Sidney coincidió en que estos estragos han alcanzado a torneos internacionales de pesca deportiva, uno de los cuales hace unas semanas tuvo que ser cancelado por falta de embarcaciones.
"Es una situación verdaderamente triste porque este torneo venía trabajando con muchos esfuerzos y había promovido la pesca deportiva a nivel nacional, el torneo ya era de características internacionales", detalló.
Los empresarios aseguran que para recuperar el 100 % del parque náutico se necesita de la ayuda de todos: los tres niveles de gobierno, empresarios, financieras y un programa integral para que puedan invertir y recuperarlo, sin que se vean ahogados con los pagos y plazos crediticios.