EFE | 21/12/2024 | 10:12
La alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Kaja Kallas, y los primeros ministros de Finlandia, Suecia, Italia y Grecia iniciaron este sábado en Saariselkä (Laponia finlandesa) una reunión de dos días para debatir sobre la seguridad, la defensa y la inmigración ilegal en Europa a la luz de la guerra de Ucrania.
La llamada "cumbre norte-sur" es una iniciativa del primer ministro finlandés, Petteri Orpo, a la que, además de la jefa de la diplomacia comunitaria, fueron invitados los jefes de Gobierno de Suecia, Ulf Kristersson; Italia, Georggia Meloni, y de Grecia, Kyriakos Mitsotakis.
"Necesitamos más seguridad y creo que reunir a naciones del norte y del sur, que históricamente han estado enfrentadas a menudo en cuestiones europeas, para debatir lo que hoy representa una prioridad para Europa es una decisión muy inteligente", afirmó Meloni a su llegada a Saariselkä.
"En cuestiones como los migrantes, la defensa y un escenario en el que se multiplican las guerras híbridas y las amenazas, debemos aunar esfuerzos. Esta es nuestra prioridad", añadió la mandataria italiana.
Para el primer ministro finlandés la seguridad fronteriza es uno de los principales temas que se debatirán durante la cumbre, dado que Grecia e Italia llevan años lidiando con llegadas masivas de inmigrantes ilegales y Finlandia, por su parte, ha sufrido la instrumentalización de la migración por parte de Moscú, lo que le obligó a cerrar totalmente la frontera con Rusia.
"Finlandia sigue buscando un fuerte apoyo a la necesidad de combatir la inmigración instrumentalizada, porque es una cuestión de seguridad nacional y de seguridad de la UE", señaló Orpo a la prensa.
Según Orpo, Finlandia mantendrá cerrada la frontera con Rusia hasta que Moscú deje de permitir a los inmigrantes ilegales que lleguen hasta los puestos fronterizos a través de su país sin los documentos necesarios, algo sobre lo que en estos momentos no existen garantías.
No obstante, señaló que la inmigración también debe debatirse de forma más general para mejorar las políticas de inmigración y la seguridad de las fronteras exteriores de Europa, especialmente en aquellos países que sufren una fuerte presión migratoria procedente de Oriente Medio y África.
Por su parte, el primer ministro griego resaltó que esta cumbre supone una oportunidad de compartir con los "amigos nórdicos" los retos a los que se enfrentan los países del Mediterráneo, pero también de aprender de ellos los retos a los que se enfrentan en esta parte de Europa.
"Sabemos que debemos destinar más recursos a nuestra defensa colectiva. La cuestión es cómo vamos a alcanzar estos objetivos en un momento de mayores turbulencias geopolíticas", afirmó Mitsotakis.
Está previsto que las sesiones de la llamada "cumbre norte-sur" transcurran a puerta cerrada y que el encuentro finalice el domingo con una rueda de prensa conjunta de los cinco participantes.