El presidente de Rusia, Vladímir Putin, reconoció hoy que la guerra en Ucrania le ha hecho perder la sonrisa.
"Estos tres años, dos y pico, por supuesto han sido una seria prueba para todos nosotros, para todo el país y para mí. Lo digo con sinceridad (...) Hago menos bromas y casi he dejado de reírme", dijo durante su conferencia de prensa anual.
Al mismo tiempo, admitió que tenía que haber tomado antes la decisión de iniciar la llamada operación militar especial en el país vecino, que comenzó en febrero de 2022.
"¿Por qué empezamos? Porque ya no era posible seguir igual, aguantar y esperar a que la situación empeorara", señaló.
Putin aseguró desconocer cuánto más durará la campaña militar rusa, aunque destacó que Moscú está cada vez más cerca de lograr sus objetivos en el campo de batalla.
A su vez, se mostró dispuesto a sentarse a negociar un arreglo al conflicto con el "ilegítimo" presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, siempre y cuando éste convoque unas nuevas elecciones y las gane.