Jorge Chessal Palau | 18/12/2024 | 15:24
CALIFICAR DE “AMABLE” A UNA ciudad presenta dos vertientes: una de ellas, que la ciudad es digna de ser amada; la otra, que es afable, complaciente y afectuosa.
EN UNA CIUDAD AMABLE, QUEDA claro que las cosas deben funcionar de tal manera que se permita elevar la calidad de vida, favorecer la inversión, otorgar seguridad y dar la plena certeza a sus habitantes de que las autoridades actuarán con estricto apego a la ley y a la razón.
SE DEBE RESPIRAR LA tranquilidad en todas sus expresiones, no solo como la ausencia de sobresaltos y tensiones sino también bajo el derecho humano a una buena administración pública.
EL ARTÍCULO 5° DE LA Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que toda persona tiene derecho a dedicarse a la actividad, comercio, industria o profesión que quiera, siendo lícita, lo que solo podrá vedarse por disposición gubernativa cuando se ofendan los derechos de la sociedad.
ESTO ES, QUE AL TRATARSE DE UNA excepción debe ser clara, evidente, razonada y justificada.
POR SU PARTE, EL ARTÍCULO 109 de la misma Constitución señala en su fracción III que se aplicarán sanciones administrativas a los servidores públicos por los actos u omisiones que afecten la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que deban observar en el desempeño de sus empleos, cargos o comisiones; esto se reitera en el artículo 125 fracción III de la Constitución estatal.
EL ARTÍCULO 6° DE LA LEY DE Responsabilidades Administrativas para el Estado y Municipios de San Luis Potosí, en su fracción V señala que los servidores públicos deberán actuar conforme a una cultura de servicio orientada al logro de resultados, procurando en todo momento un mejor desempeño de sus funciones a fin de alcanzar las metas institucionales según sus responsabilidades.
FINALMENTE EL CÓDIGO PROCESAL Administrativo señala, en su artículo 175, que la actuación administrativa en el procedimiento se desarrollará con arreglo a los principios de economía, celeridad, eficacia, legalidad, publicidad, audiencia, igualdad y buena fe.
ENTONCES, SI ESO DICEN LAS leyes, ¿a santo de qué ciertos funcionarios municipales competentes (¿?) en materia de permisos y licencias de comercio, se empeñan en desmentir al alcalde Enrique Galindo, cuando afirma que San Luis Potosí es una ciudad amable, la “ciudad del sí”?
SI SE IZA COMO ESTANDARTE DE San Luis Potosí capital su amabilidad (en las dos formas expresadas) ¿por qué tratan a toda costa algunas autoridades de demostrar lo contrario? ¿Acaso son decepcionados del amor, son de carácter acre y tan afectuoso como la madrastra de Blancanieves?
TRÁMITES ETERNOS, CON requisitos cruzados entre dependencias del municipio que bien podrían concentrarse y unificar criterios, por aquello de dar cumplimiento a las constituciones y leyes que protestaron guardar y hacer guardar, además de ciertos personajes con el “no” prefigurado en los labios como si en eso les fuera la vida.
LA CAPITAL DEL “SÍ” QUE PARECE “No”.
@jchessal