El cineasta Barry Jenkins, ganador del Óscar en 2017 por 'Moonlight', se embarcó años después en una superproducción de cine de animación sobre el origen del rey de la selva. 'Mufasa: The lion king' es la gran apuesta de Disney para estas navidades.
El viernes se estrenará la precuela de aquel éxito de 1994 que arrasó en taquilla y dio lugar a un musical de teatro, también exitoso. Jenkins cuenta en una entrevista con EFE algunas de las claves de una película que define como "un drama de aventuras".
La que se estrenará el viernes es una precuela de la exisosa 'The lion king', porque la historia ya no es la de Simba, sino la de su padre, Mufasa.
Jenkins recibió el encargo de dirigir el proyecto tras una laureada trayectoria por el cine independiente. Él mismo reconoce que el aterrizaje lo hizo con "escepticismo".
"Pensé al principio que no era la persona apropiada para hacer la película, pero cuando vi que se trata de un drama de aventuras, que es la historia de dos hermanos que emprenden un viaje, me dije 'voy a hacerla'", explica en referencia al punto de partida de 'Mufasa': la aventura de este joven león junto a su hermano Taka.
La película de Jenkins recurre a tecnología punta de animación hiperrealista. Trabajar con vanguardia tecnológica requirió una serie de modificaciones, por ejemplo, en la narrativa. Jenkins pone como ejemplo la composición de los primeros planos y, en general, de los planos cortos.
"Yo he trabajado mucho con primeros planos, con retratos. Ves las caras de los personajes, si arrugan los ojos, si tensan la mandíbula, y el público sabe lo que significa, pero con leones no tenemos las mismas nociones. Tuvimos que construir un lenguaje para que se supieran las emociones que los leones comparten", indica Jenkins.
La expresión del movimiento de los animales era un factor esencial para las voces. Definir el movimiento fue uno de los momentos más satisfactorios de los cuatro años que duró el proyecto, en palabras del director estadounidense.